Rueda se muestra positivo sobre la situación de los incendios y confirma el desarrollo de un plan de desescalada.

La situación de los incendios forestales en Galicia continúa siendo preocupante, y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, prevé un incremento en la superficie quemada en los días venideros. La evaluación precisa de los daños se conocerá una vez que los fuegos sean extinguidos por completo.
En su visita al Puesto de Mando Avanzado de Quiroga, Rueda estuvo acompañado por la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, y el alcalde de la localidad, José Luis Rivera. En esta jornada, se actualizó la situación de los incendios que asolan la provincia de Lugo, destacando que actualmente hay cinco focos activos, aunque se ha logrado estabilizar el incendio de Carballeda de Avia.
Entre los incendios más preocupantes se encuentra el de Larouco, que ha cruzado a Lugo y amenaza el parque natural de O Courel. Rueda lo describió como el más crítico desde el inicio de la crisis, con expectativas de que su extensión continúe aumentando. A pesar de esto, los equipos de técnicos ya están en acción, trabajando para estabilizar el perímetro afectado.
El presidente quiso reconocer el arduo trabajo de todos los cuerpos de rescate, que van desde las brigadas autonómicas hasta la Policía Autonómica y Protección Civil, así como la colaboración invaluable de los ciudadanos locales que han participado activamente en las labores de extinción.
En cuanto a las condiciones climáticas, Rueda mencionó el pronóstico de un aumento de las temperaturas durante el día y mantuvo la esperanza de que las lluvias previstas para la próxima semana proporcionen un alivio significativo en la batalla contra el fuego.
Rueda también advirtió sobre la nueva realidad que enfrentan los bomberos: los incendios de “sexta generación”, como el de Larouco, que presentan serios desafíos debido a las corrientes de aire y las explosiones térmicas provocadas por los cambios de temperatura.
A pesar de las adversidades, Rueda se mostró optimista y anunció que se está diseñando un plan de "desescalada" para permitir el retorno del personal que fue movilizado desde otras regiones, una vez que se confirme que los incendios están controlados. "Aún queda mucho por hacer, pero la situación ha mejorado y esperamos seguir en esta dirección", aseguró.
El mandatario también se comprometió a mantener una comunicación clara respecto a la superficie afectada, afirmando que las cifras actuales son provisionales y se actualizarán cuando la situación se normalice. Subrayó la importancia de la transparencia y la necesidad de tener datos precisos una vez que se extingan todos los fuegos.
Se mencionó también el incendio de Pena Trevinca, que ha crecido rápidamente de 20 a 2.000 hectáreas. La dificultad para combatir este fuego desde tierra ha generado preocupación, especialmente por su potencial de expansión hacia áreas de gran valor natural.
Desde las autoridades locales en Quiroga y O Courel se reporta un avance positivo en la situación, aunque con cautela. Luis Manuel Arias, concejal de Medio Ambiente, comentó que aunque la situación ha mejorado, no se puede dar nada por seguro mientras el fuego siga activo.
El incendio que hizo temer por varias localidades ha dejado de representar un peligro inminente para los núcleos poblacionales, y se considera que “está muy cerca de estar controlado”, según los funcionarios locales.
Con más de 9.000 hectáreas devastadas en la zona de Quiroga, la atención ahora se desplaza a Montouto de Outeiro, en la frontera con Folgoso do Courel, donde los esfuerzos se centran en contener las llamas en dos frentes. A pesar del aumento de temperaturas, se espera que el avance del fuego sea limitado en esta área.
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