Un incendio devastador en Agolada, ubicado en la provincia de Pontevedra, ha sido extinguido, dejando a su paso una pérdida de 522,32 hectáreas de monte arbolado. Este incendio, que comenzó el viernes 15 de agosto, ha sido controlado con éxito a las 13:14 de este sábado, ofreciendo un respiro en una situación crítica por los incendios forestales que asolan Galicia.

Este fin de semana, la situación de los incendios ha dado un giro significativo, ya que el fuego en Larouco, en la provincia de Ourense, se ha estabilizado. Considerado el más grande en la historia de Galicia, ha consumido cerca de 30.000 hectáreas y ha estado activo desde el miércoles 13 de agosto. Su rápida propagación ha afectado a varios municipios de la región, e incluso ha cruzado fronteras hacia Lugo.

La Consellería do Medio Rural ha actualizado la información sobre los incendios en el territorio, informando que actualmente hay cuatro fuegos activos que abarcan más de 22.110 hectáreas. Entre ellos se encuentra el incendio en la parroquia de Casaio, que ya ha devorado 3.000 hectáreas y ha cruzado a Ourense desde la localidad de Porto en Zamora. A este se suman los incendios en Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso, donde solo uno sigue activo mientras que los demás han sido estabilizados.

Además de los fuegos en Ourense, se encuentran en llamas otras áreas como la parroquia de Santa Cristina de Cobres en Vilaboa, donde el fuego afecta a 60 hectáreas, y el municipio de Carballedo en Lugo, que está lidiando con un incendio que ha alcanzado 50 hectáreas.

A pesar del panorama desolador que se presenta a causa de estos incendios, el control y la extinción de focos específicos, como el de Agolada, ofrecen un rayo de esperanza a los habitantes de estas zonas. La situación sigue siendo tensa en gran parte de Galicia, donde la emergencia se mantiene. Los incendios en lugares como Oímbra y Xinzo de Limia, junto con otros en A Mesquita y Carballeda de Avia, suman a la terrible cifra de hectáreas quemadas.

Finalmente, las autoridades han indicado que algunos fuegos han logrado situarse bajo control, como los de Montederramo en Paredes y otros en Vilardevós, lo que muestra que, aunque la batalla contra el fuego continúa, se están realizando esfuerzos significativos para contener y manejar esta crisis ecológica en Galicia.