En un reciente pleno del Parlamento de Galicia, el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, manifestó su preocupación respecto al giro que está tomando la presidencia de Alfonso Rueda, sugiriendo que "empieza a dar miedo". Sus declaraciones llegaron tras un fin de semana marcado por las convenciones internas del PP y el PSOE en Madrid, que han continuado resonando en la política gallega.

Durante la sesión, Rueda no se contuvo al criticar al PSOE y al gobierno central, especialmente en relación a un escándalo de corrupción que ha llevado al ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, a la cárcel. El presidente gallego instó a la oposición a "abandonar" el barco liderado por Pedro Sánchez, acusando a sus miembros de ser parte de la tripulación de un Titanic que inevitablemente va a hundirse.

En su intervención, Besteiro utilizó el discurso del reciente Congreso del PP para cuestionar la dirección actual del partido y dirigirse a Rueda, tildándolo de "aterrador" en su papel de presidente. La portavoz del BNG, Ana Pontón, no se quedó atrás al señalar que el PP había salido de su encuentro como el "más extremista de su historia".

El debate continuó con Besteiro exigiendo respuestas sobre políticas de vivienda, acusando a Rueda de inspirarse en lo que él consideró una "burbuja inmobiliaria" de épocas pasadas. Además, planteó preocupaciones sobre la supuesta intención del PP de reducir la influencia del Estado en las empresas, sugiriendo que esto podría implicar la privatización de Navantia.

El líder socialista también criticó las decisiones del PP en materia de migración, haciendo hincapié en lo que consideró una alianza con Vox que promueve criterios de selección "basados en la cultura y la fuerza del trabajo". En su tono irónico, bromeó sobre la posibilidad de que el gobierno del PP siga políticas peligrosas en emergencias.

La respuesta de Rueda no fue menos contundente, defendiendo su gestión y reiterando su orgullo por el trabajo de su ejecutivo, que, según él, se enfoca en cumplir sus promesas. Contrapuso la efectividad de su gobierno con los escándalos de corrupción que, a su juicio, afectan al gobierno estatal, subrayando que en Galicia los servicios públicos funcionan correctamente.

El intercambio verbal tuvo también un momento de ironía, donde Rueda expresó su deseo de que el PP retome el poder en el gobierno central lo más pronto posible. Criticó lo que percibe como una táctica del gobierno de Sánchez de "asaltar" las empresas públicas en horarios inusuales.

La líder del BNG, Pontón, por su parte, continuó enfatizando sobre la "deriva antidemocrática" del PP, urgido a la Xunta a dejar de lado la censura y el control ideológico en instituciones públicas. Rueda, a su vez, contraatacó afirmando que la censura proviene del gobierno de Madrid, recordando a los nacionalistas gallegos que su postura es inconsistente entre Galicia y la capital.

Finalmente, en un cierre impactante, Rueda afirmó que los gallegos están observando lo que sucede y que la oposición, al igual que los que están en el Titanic, se dirige inevitablemente hacia el desastre. Refirió que, a diferencia del BNG, hay algunos partidos nacionalistas que realmente benefician a la comunidad.