En Santiago de Compostela, el 21 de agosto, el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, ha expresado su desconcierto ante la reciente decisión de la Xunta de retirar a los bomberos de A Coruña y Lugo de la provincia de Ourense, mientras a su vez hace un llamado al Gobierno central para que se intensifiquen los recursos disponibles.

Durante una visita a la comarca de Valdeorras, Blanco afirmó que es fundamental que la gestión de esta crisis no esté marcada por intereses partidistas o por falta de competencia. “Galicia no puede darse el lujo de caer en ninguna de estas dos situaciones. En este momento, la clave está en mejorar la coordinación, mostrar responsabilidad y gestionar con total rigor”.

El delegado hizo hincapié en que el Gobierno central se solidariza con todos aquellos que están sufriendo los devastadores efectos de los incendios forestales que han azotado la región, manifestando su apoyo y empatía hacia las comunidades afectadas.

Además, Blanco informó que el próximo Consejo de Ministros, que se celebrará el martes, tiene previsto aprobar la declaración de las zonas impactadas como áreas afectadas por emergencia de protección civil, una medida que busca ofrecer un marco de ayuda para la recuperación.

Por último, el delegado enfatizó que el Ejecutivo central está desplegando en Galicia un número de medios sin precedentes y que su compromiso en la lucha contra estos incendios se mantiene firme, trabajando día a día para mitigar el desastre y proporcionar la asistencia necesaria a quienes más lo necesitan.