
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 de septiembre.
Este verano de 2025 pasará a la historia de Galicia como el más caluroso desde que se comenzara a medir el clima en 1961, según un detallado informe de MeteoGalicia. Las temperaturas promedio alcanzaron los 21,1 grados, lo que significa un incremento de dos grados respecto a las cifras acostumbradas para esta época del año.
El análisis de las temperaturas mínimas y máximas revela anomalías significativas: 2,3 grados y 1,7 grados por encima de lo esperado, respectivamente. Esta combinación de datos permite clasificar el verano como "extremadamente cálido", un fenómeno inquietante que subraya la urgencia de abordar el cambio climático.
En concreto, el mes de junio se consolida como el más cálido desde el inicio de este registro, con una media de 20,5 grados que supera en 2,8 grados la media habitual. Las temperaturas mínimas fueron especialmente altas, al registrar 2,6 grados por encima de lo normal, mientras que las máximas quedaron 3 grados por encima, marcando el segundo registro más cálido de la historia.
Por otro lado, los meses de julio y agosto también mostraron temperaturas por encima de lo esperado, clasificándose como "muy cálidos". En julio, la media fue de 20,9 grados, lo que corresponde a un incremento de 1,3 grados. Las temperaturas mínimas y máximas de ese mes también se situaron por encima de las expectativas, con diferencias de 1,2 y 1,3 grados, respectivamente.
Agosto no se quedó atrás, convirtiéndose en el segundo mes más caluroso desde que se tienen datos. Durante este periodo, se experimentó un prolongado episodio de calor que se extendió entre el 2 y el 17 de agosto, con una temperatura media de 21,8 grados, superando en 1,9 grados lo que se consideraría normal. Las temperaturas mínimas y máximas también se dispararon, alcanzando diferencias de 1,3 y 2,5 grados, respectivamente.
En cuanto a las precipitaciones, el verano se caracterizó por una notable sequedad, con una media acumulada de solo 51 litros por metro cuadrado en las 16 estaciones meteorológicas más representativas. Esta cifra representa una disminución del 62 % respecto a lo habitual, y para encontrar un verano particularmente seco así hay que retroceder hasta 1981.
Analizando mes a mes, junio se destacó por ser extremadamente seco, con solo 18 litros de lluvia por metro cuadrado, lo que representa una caída del 68 % con respecto a la media; en julio, se registraron 15 litros por metro cuadrado (-55 %), y en agosto, la cantidad volvió a ser de 18 litros por metro cuadrado, un 58 % menos de lo esperado.
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