La actividad turística en Galicia ha tenido un notable crecimiento, registrando un aumento del 7,5% en el número de viajeros en junio, en comparación con el mismo mes del año anterior.

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 23 de julio.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este miércoles, las pernoctaciones en los hoteles gallegos alcanzaron la cifra de 1.011.613 en junio, lo que representa un crecimiento del 5% respecto al año pasado.

Este aumento se sitúa muy por encima del leve avance del 2,1% observado en el promedio nacional de España, que cuenta con casi 39 millones de pernoctaciones en total.

En términos de viajeros, Galicia recibió a 573.849 personas en junio, desglosadas en 340.787 españoles y 233.061 extranjeros, lo que indica un notable aumento del 7,5% interanual.

A pesar de este crecimiento, la facturación media por habitación ocupada fue de 77,1 euros, similar al año anterior, aunque aún por debajo de la cifra nacional de 129,5 euros, que experimentó un aumento del 5,5%.

La duración media de las estancias en los hoteles gallegos se ha situado en 1,76 días, una de las más bajas a nivel nacional, frente a una media de 3,18 días en el resto de España.

Galicia cuenta con un total de 1.660 establecimientos hoteleros, que ofrecen 36.784 habitaciones y un total de 70.085 plazas. Sin embargo, la tasa de ocupación por plaza se mantiene en un 47,78%, una cifra que está casi 20 puntos por debajo del 66,14% que se registra a nivel nacional.

El empleo en el sector hotelero gallego ha crecido, con 8.431 trabajadores en la actualidad, lo que representa un incremento de 1.000 puestos en comparación con el año anterior, un aumento del 13,6%.

A nivel nacional, el sector hotelero continúa su camino hacia la recuperación. En junio, se registró un crecimiento del 2,1% en las pernoctaciones en comparación con el año anterior y un incremento del 5,2% en los precios, elevando la facturación media por habitación ocupada a 129,5 euros.

Las pernoctaciones en toda España superaron los 38,9 millones en junio, en gran parte gracias al aumento de viajeros internacionales, cuyas estancias subieron un 3,7%. Mientras tanto, las pernoctaciones de residentes en España disminuyeron un 1,3%.

En el primer semestre del año, la tendencia muestra un ligero crecimiento global del 0,4%, con un ligero descenso del 0,7% en pernoctaciones nacionales y un aumento del 1% en las internacionales.

En términos de destinos, Andalucía, Cataluña y la Comunitat Valenciana fueron los que más viajantes residentes acogieron, mientras que las Islas Baleares, Cataluña y Canarias lideraron la llegada de turistas extranjeros.

La isla de Mallorca se destacó en cuanto a pernoctaciones, acumulando más de 7,3 millones, seguida de ciudades como Barcelona, Madrid y Calvià.

Según la encuesta, los principales mercados emisores para el turismo en España fueron el Reino Unido, que aportó el 28,8% de las pernoctaciones extranjeras, seguido de Alemania (17,1%), Francia (6,6%), Estados Unidos (5,2%) y los Países Bajos (4,3%).

El grado de ocupación hotelera alcanzó el 66,1%, lo que refleja un incremento del 1,5% en comparación con junio de 2024. Durante los fines de semana, este porcentaje se alzó al 72,8%, con las Illes Balears liderando la ocupación media con un 82,2%, destacando zonas como Palma-Calvià.

En cuanto a los precios, el Índice de Precios Hoteleros mostró un incremento del 5,2% interanual, siendo Asturias la comunidad con el mayor aumento, un 10,3%, y Cataluña la que tuvo el menor, con un 1,6%.

La rentabilidad del sector también refleja resultados positivos, con un ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) que ascendió un 7,8%, alcanzando los 97,2 euros. Por otro lado, el Average Daily Rate (ADR) se situó en 129,5 euros.

Los hoteles de cinco estrellas tuvieron una tarifa media diaria (ADR) de 307,8 euros y un RevPAR de 227,6 euros, evidenciando que Estepona se posicionó como el destino más rentable con un ADR de 323,3 euros y un RevPAR de 252,1 euros.

Con cifras alentadoras, el sector hotelero se prepara para enfrentar la temporada estival con optimismo, especialmente en los destinos de costa y en el mercado de lujo, donde tanto la rentabilidad como la demanda internacional continúan en ascenso.