
En este inicio de 2024, Galicia ha vuelto a estar en el ojo del huracán por la llegada de un vertido de microplásticos conocidos como pélets. En respuesta, un centenar de organizaciones ecologistas y agrupaciones del sector pesquero convocaron una masiva manifestación en Santiago de Compostela el 21 de enero, bajo el lema "En defensa de nuestro mar". Esta movilización no solo buscaba condenar la gestión del Gobierno central y la Xunta en relación con el vertido, sino también poner de relieve la preocupante situación que enfrenta el mar gallego, un tesoro natural imprescindible para sus comunidades.
Las elecciones gallegas de febrero de 2024 dieron como resultado la reelección del Partido Popular (PP) con su quinta mayoría absoluta consecutiva, reafirmando el control del partido sobre la Xunta de Galicia. Alfonso Rueda, que asumió el cargo hace dos años sucediendo a Alberto Núñez Feijóo, fue ratificado en su puesto, lo que marca 36 años de gobierno popular en los 42 de autonomía de la región. Si las condiciones políticas se mantienen, esta administración podría llegar a los 40 años, un hecho que pone en evidencia la hegemonía del PP en la política gallega.
El 7 de abril, el presidente de Cabo Verde, José María Pereira Neves, realizó una significativa visita al municipio lucense de Burela, donde fue recibido con entusiasmo por la comunidad caboverdiana, que cuenta con cerca de 500 habitantes de origen africano. Este tipo de intercambios subraya la rica diversidad cultural de Galicia y su papel como hogar para comunidades inmigrantes.
El 25 de abril marcó un hito especial al conmemorarse el 50 aniversario de la Revolución de los Claveles en Portugal. En un emotivo acto en el Auditorio de Galicia, se convocó al público para participar en un canto colectivo de la canción "Grândola, Vila Morena", obra de Zeca Afonso, símbolo de resistencia y libertad. Este evento no solo celebró la música como una herramienta de lucha, sino que también expresó la solidaridad con el pueblo portugués en su búsqueda de justicia y democracia.
En una manifestación del espíritu festivo gallego, la quinta edición del festival O Son do Camiño tuvo lugar en mayo de 2024, consolidándose como un evento clave en el ámbito del turismo musical. Este festival, que nació en 2018, ha crecido significativamente en popularidad y en la oferta cultural, atrayendo a visitantes de toda España y más allá.
El verano en Galicia es sinónimo de ferias y fiestas con tradiciones ancestrales. Eventos como el Arde Lucus, que revive el pasado romano y castreño de Lugo, y la Rapa das Bestas en Sabucedo, reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional, son apenas dos ejemplos de la riqueza cultural de la comunidad. En la Rapa, los 'aloitadores' se enfrentan a los caballos en un intrépido ritual que combina destreza y tradición.
El Día de Santiago y la celebración en honor al Apóstol Santiago atrajeron a miles de personas a las calles para disfrutar de los espectaculares fuegos artificiales que iluminan la noche gallega, creando un ambiente festivo que trasciende la tradición y une a la comunidad en una celebración compartida.
En agosto, el Desembarco de la Romaría Vikinga de Catoira revivió las invasiones vikingas que ocurrieron en la región, mientras que la playa de Carnota ofreció su propio espectáculo natural: el Mar de Ardora, un fenómeno bioluminiscente que deslumbró a locales y visitantes, recordando la mágica conexión de Galicia con la naturaleza.
Este año también fue testigo de un cambio significativo en la demografía de Galicia, que durante décadas fue tierra de emigración, ya que varios municipios comenzaron a acoger a jóvenes migrantes. Por ejemplo, Ribeira de Piquín recibió a un grupo de aproximadamente 50 jóvenes, representando un incremento de alrededor del 10% de su población, un fenómeno que evidencia la transformación social y demográfica que vive la región.
Sin embargo, el final del verano también trajo consigo una nube de incertidumbre. Después de un periodo de tranquilidad en los bosques gallegos, el humo de los incendios forestales en Portugal se deslizó hasta Galicia, tiñendo el cielo de rojo y recordando a todos la fragilidad del entorno natural en el que viven.
A finales de septiembre y principios de octubre, Galicia se convirtió en el escenario de importantes visitas protocolarias, incluyendo la llegada de la princesa Leonor y sus padres a Vilagarcía de Arousa, donde varios eventos reflejaron la tensión entre tradición y modernidad. Asimismo, el Foro La Toja contó con la presencia del opositor venezolano Edmundo González, un recordatorio de la importancia del diálogo y la lucha por la democracia en América Latina.
El encendido de las luces navideñas en Vigo, como cada noviembre, se convirtió en un acontecimiento destacado, aunque este año la atención también se centró en el juicio por el asesinato de Samuel Luiz, un caso que ha conmovido a la sociedad gallega. El 24 de noviembre, el jurado popular declaró culpables de asesinato a tres de los cinco jóvenes enjuiciados, mientras que uno de ellos fue considerado cómplice y la única mujer juzgada fue absuelta, un resultado que ha suscitado un debate profundo sobre la violencia y los derechos humanos en la sociedad.
Finalmente, diciembre trajo consigo las primeras nevadas en Pedrafita do Cebreiro, mientras que miles de gallegos se manifestaron contra el controvertido proyecto industrial de Altri en Palas de Rei. Esta protesta, recordando los ecos de las movilizaciones en defensa del medio ambiente hace más de dos décadas, muestra el compromiso de la ciudadanía gallega con la protección de sus recursos naturales y su desaprobación ante proyectos que ponen en riesgo el ecosistema.
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