La familia de Déborah Fernández Cervera, la joven que fue encontrada muerta desnuda en una cuneta de O Rosal (Pontevedra) rodeada de pistas falsas, ha solicitado una diligencia de "pericial contradictoria". La Guardia Civil concluyó en un informe que no hay indicios de manipulación del disco duro del ordenador de la joven.

La jueza de instrucción número 2 de Tui solicitó un contrainforme después de que los peritos de Lazarus determinaran que el disco duro había sido manipulado en algún momento después de haber sido entregado a la Policía Nacional.

El disco duro estuvo en poder de la Guardia Civil durante dos años, ya que en un primer momento, los expertos del cuerpo intentaron analizarlo pero "casi se quema" el dispositivo después de un incidente en el juzgado. En ese momento, la Guardia Civil concluyó que no se podía llevar a cabo el análisis. En cualquier caso, la jueza decidió "motu proprio" pedir un contrainforme a la Guardia Civil.

El contrainforme, que no ve evidencias de manipulación en el disco duro, es un documento "muy ambiguo", según los abogados de la familia. Por ello, han solicitado una "pericial contradictoria" en la que se lleve a cabo de forma presencial en el juzgado, con presencia de los agentes de la Guardia Civil, y de los peritos de las partes, para "intentar saber cuál es la verdad".

En todo caso, la manipulación o no del disco duro es un aspecto que "no afecta a la investigación de la muerte de Déborah" y que, ya está comprobado que "el disco duro fue borrado". La familia propuso la apertura de una pieza separada o de otro procedimiento, pero eso "no debe ser motivo para ralentizar la pieza principal".

El proceso de instrucción de la causa sigue abierto en el juzgado de Tui, con un único investigado, el exnovio de Deborah, aunque el proceso ha sido objeto de críticas por parte de la familia que ha solicitado una "pericial contradictoria". Hasta ahora, los peritos no han podido obtener información del teléfono móvil de la víctima debido a la pérdida de la tarjeta SIM.