La reciente decisión del Tribunal de Primera Instancia Regional en Filipinas ha generado reacciones significativas en torno al caso del coruñés Diego Bello, cuya trágica muerte en 2020 sigue siendo objeto de controversia y demanda de justicia.

Este tribunal ha decidido denegar la solicitud de libertad bajo fianza para los tres agentes de policía acusados de su muerte, una resolución que ha sido confirmada por fuentes cercanas a la familia de Bello. Estos individuos enfrentan graves cargos, que incluyen asesinato y manipulación de evidencia, en el marco de un caso que ha captado la atención tanto nacional como internacional.

Las investigaciones en torno a este incidente revelan una serie de inconsistencias en los relatos iniciales ofrecidos por los policías, quienes alegaron un enfrentamiento armado. Según los resultados del informe forense, Bello fue víctima de disparos cuando ya se encontraba en el suelo, desmintiendo así la versión oficial de los agentes.

El Tribunal ha argumentado que la prueba presentada por la Fiscalía es lo suficientemente sólida como para justificar la negativa a liberar a los acusados. Esta decisión ha sido bienvenida por la familia de Diego, quienes ven en ella un avance significativo en su lucha por obtener justicia.

No obstante, la familia se mantiene cautelosa ante la evolución del proceso judicial, en un comunicado enfatizan que, aunque consideran este un paso importante, son conscientes de que el desenlace final será crucial para asegurar que se haga justicia plena en este doloroso caso.