La Fiscalía ha presentado su caso argumentando que la procesada ahogó a Leticia Sanabria utilizando un objeto blando durante una acalorada discusión.

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 de marzo.

A partir de este lunes, se iniciará el juicio contra la mujer acusada de asesinar a su compañera de piso en O Barco de Valdeorras (Ourense), un suceso ocurrido en septiembre de 2021. En la Audiencia Provincial de Ourense, la acusada enfrentará una solicitud de 12 años de prisión por parte de la Fiscalía, mientras que la acusación particular ha elevado su demanda a 20 años.

El trágico caso de Leticia Sanabria, quien trabajaba como prostituta en el mismo club de alterne que la persona acusada, llega al tribunal casi tres años y medio después de aquella fatídica noche del 10 de septiembre de 2021, cuando se alega que F.A. asfixió a Sanabria tras una pelea.

El jurado popular que decidirá el veredicto comenzará a formarse el lunes 24 de marzo, en un juicio que había sido pospuesto desde principios de año. Este proceso judicial se relaciona con la investigación realizada por el Juzgado de Instrucción número 1 de O Barco.

La mujer, de nacionalidad nigeriana y en prisión provisional desde noviembre de 2021, se enfrenta a un cargo de homicidio, con una pena solicitada de 12 años de cárcel por la Fiscalía, que también demanda una indemnización de 150.000 euros.

Por otro lado, la acusación particular sostiene que el crimen debe considerarse como asesinato, solicitando así una pena de 20 años de prisión para la única imputada en el caso. Leticia Sanabria, originaria de Paraguay, tenía apenas 29 años en el momento de su muerte.

Según el relato presentado por la Fiscalía, aquella noche, tanto la víctima como la acusada regresaron a su domicilio compartido en el bar Osiris, donde ambas ejercían la prostitución. Entre las 04:20 y las 06:00 horas, se produjo una discusión que escaló en violencia, comenzando cuando F.A. intentó agredir a Sanabria.

El ministerio público explica que la resistencia de Sanabria llevó a F.A. a golpearla, provocándole múltiples contusiones, e incluso a usar un objeto punzante. Finalmente, tomó un “objeto blando” para sofocar su resistencia, asfixiándola al presionarlo contra su cara hasta que dejó de respirar.

La acusada fue arrestada más de dos meses tras el crimen, en noviembre, por la Guardia Civil, junto a otra compañera de piso de nacionalidad brasileña, quien fue liberada de responsabilidad después de pasar meses en prisión preventiva.