En Galicia, el Día de la Mujer ha comenzado con concentraciones sindicales en toda la comunidad para denunciar la precariedad laboral que enfrentan las mujeres, describiéndola como "la esclavitud del siglo XXI". CCOO ha organizado las primeras concentraciones, seguidas por la CIG en varias localidades gallegas. En Santiago, un grupo de personas marchó desde la plaza 8 de marzo coreando consignas en favor de la igualdad y la lucha contra el patriarcado.

Después de recorrer las calles de la ciudad, se reunieron en la Alameda para exigir mejores condiciones laborales, mayor conciliación y el fin de la precariedad en sectores como la salud y la educación. El sindicato leyó un manifiesto reclamando un modelo social más justo, igualdad de derechos y salarios dignos.

En relación con la situación en Galicia, destacaron que las pensiones de las mujeres son un 34% inferiores a las de los hombres, cobrando en promedio 421,86 euros menos al mes. Exigieron servicios públicos de cuidados accesibles para todas las personas, independientemente de sus ingresos, y criticaron la desigualdad salarial, así como la distribución desigual de trabajos a tiempo parcial, mayoritariamente ocupados por mujeres.

Las trabajadoras del Servizo de Axuda no Fogar de Lugo también fueron reconocidas por su lucha por mejores condiciones laborales. El sindicato enfatizó la importancia de la movilización feminista para lograr un cambio real y criticó la reforma laboral del Gobierno.

UGT-Galicia otorgó la Distinción Muller Traballadora a compañeras sindicalistas en varias ciudades de Galicia y organizó mesas redondas y movilizaciones en el marco del Día de la Mujer. El Sindicato de Estudiantes y la Asociación Libres e Combativas también se manifestaron en A Coruña y Ferrol.

El colectivo de enfermería gallego reclamó un reconocimiento adecuado de su labor en el Sergas y el fin de la discriminación laboral y salarial. Solicitaron que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, coordine la reforma del Estatuto Básico del Empleado Público para equiparar a las enfermeras en un único grupo en la administración pública.

Agtamar-UPTA destacó el crecimiento de mujeres autónomas en los últimos años, aunque la brecha de género sigue siendo evidente en términos de horas de trabajo, remuneración económica y pensiones. Destacaron que la tendencia muestra un aumento de mujeres en actividades de alta cualificación en el trabajo autónomo.