El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha reafirmado la validez de las acusaciones realizadas por las víctimas y ha desechado un recurso presentado por el condenado, centrado en una de las pruebas del caso. La decisión confirma la sentencia de 37 años y medio de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Lugo a un hombre de 65 años, hallado culpable de múltiples agresiones sexuales contra tres menores, de las cuales dos son nietas de su pareja y la tercera es familiar de estas.

Los delitos se perpetraron entre 2005 y 2021, mientras las menores residían en la casa de su abuela, donde también habitaba el agresor. El ciclo de abuso se vio interrumpido cuando la mayor de las niñas, a los 16 años, se atrevió a hablar con su madre, lo que llevó a la presentación inmediata de la denuncia.

El tribunal ha determinado que el hombre, a quien las menores conocían como abuelo, comenzó con tocamientos mientras las niñas dormían. La situación escaló, llegando incluso a suministrarles medicamentos para que no pudieran resistirse durante las violaciones, las cuales se repitieron a lo largo de los años. En su defensa, el acusado alegó que su negativa a comprar un teléfono móvil para una de las niñas fue la causa de la denuncia, y afirmó que una enfermedad le impedía mantener relaciones sexuales.

Sin embargo, el TSXG ha desestimado su apelación, señalando que no hubo violaciones a sus derechos de defensa durante el juicio, y que se realizó un examen urológico que confirmaba su condición, además de señalar que se informó correctamente sobre los resultados. Los magistrados elogiaron la fuerza y credibilidad de los testimonios de las víctimas, quienes explicaron cómo el hombre se aprovechó de su rol familiar para llevar a cabo tales abusos.

Adicionalmente, la Sala destacó los relatos de las madres de las menores, y expresó su preocupación por la instalación de cámaras en los espacios privados de las víctimas, un aspecto que ya se había abordado en el veredicto inicial. El tribunal subrayó la diversidad y singularidad de las versiones de las niñas, lo que añade peso a sus narraciones y evidencia su veracidad.

Además de la larga condena, el tribunal ordenó que el acusado cumpla con 25 años de libertad vigilada y lo inhabilitó para ejercer derechos de patria potestad, tutela y Guardia. Como parte de la reparación a las víctimas, deberá indemnizar a dos de ellas con 15.000 euros cada una, y a la tercera con 5.000 euros, buscando mitigar el daño causado por sus aberrantes actos.