En un impactante mensaje en la Cámara gallega, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, reveló este martes que más de 120.000 hectáreas se incendiaron durante la devastadora ola de fuegos que asoló Galicia en agosto. Esta cruda realidad subraya la magnitud de una crisis ambiental que continúa afectando a la comunidad.

Según los datos presentados por Rueda, el 69% de las áreas afectadas consisten en monte raso, mientras que el 31% corresponde a bosque arbolado. El presidente también destacó que el balance incluye otros tipos de superficie que han sufrido daños, afirmando que "decir la verdad es crucial para abordar y resolver estos problemas".

La comparecencia del mandatario se produce días después de que la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, comentara sobre el informe de Copernicus, que cifra en cerca de 144.000 las hectáreas quemadas en la región durante la reciente ola de incendios.

"No podemos y no debemos olvidar lo que ocurrió: se registraron 673 incendios, con una media alarmante de casi 30 por día", expresó Rueda, subrayando que el fenómeno afectó a 62 municipios en las cuatro provincias gallegas, destacando la severidad con la que impactó a Ourense y el sur de Lugo.

En el apogeo de esta crisis, más de 400 personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares, y más de 2.000 se encontraron en situaciones de confinamiento. Además, alrededor de 144 viviendas resultaron dañadas a causa de las llamas, de las cuales 13 eran residencias permanentes, un recordatorio sombrío del costo humano y material de estos devastadores incendios.