En Santiago de Compostela, el 29 de noviembre, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se defendió en una reciente comparecencia ante la comisión promovida por el Bloque Nacionalista Galego (BNG) para esclarecer las contrataciones realizadas durante la pandemia. En su discurso, Rueda subrayó que “aquí no hubo 'Koldos' ni 'Aldamas', eso pasó en el Gobierno de España”, una declaración que muestra su intención de distanciarse de cualquier controversia que pudiera manchar la labor de la Administración gallega.

Durante su intervención, Rueda hizo hincapié en los problemas y conflictos de la política a nivel estatal, coincidiendo con el inicio del Congreso Federal del PSOE en Sevilla. Criticó el “ruido enorme de la corrupción” que, según su análisis, acompaña al Ejecutivo de Pedro Sánchez, manteniendo así un enfoque que busca desmarcar a la Xunta de las acusaciones de mala gestión que han sacudido al gobierno central.

El presidente Rueda también se centró en defender la integridad de los profesionales que trabajan en la Xunta, incluyendo letrados, interventores y auditores, muchos de ellos funcionarios de carrera. Su objetivo era brindar respaldo a estos trabajadores ante las inquietudes planteadas por partidos de oposición sobre la adjudicación de contratos menores durante la crisis sanitaria, especialmente aquellos cuyo origen se encuentra en empresas asociadas a líderes del Partido Popular y a miembros del Gobierno autonómico, incluido el expresidente Alberto Núñez Feijóo.

En relación al contrato para la construcción del Hospital Álvaro Cunqueiro en Vigo, Rueda, que ocupaba entonces el cargo de conselleiro de Presidencia y luego de vicepresidente en el Gobierno de Feijóo, se apoyó en las “explicaciones de los técnicos” para justificar esta obra. Aseguró que la ejecución del hospital se realizó “del único modo que era posible” para mantener el control del déficit y la responsabilidad en las cuentas públicas en un momento marcado por la crisis económica.