Mariano Rajoy, exmandatario español, ha llegado a Santiago de Compostela tras concluir su andanza por el Camino de Santiago, donde no solo disfrutó de la experiencia de la ruta, sino también de la rica gastronomía de Galicia. Con una declaración contundente, afirmó: "En Galicia comemos muy bien", resaltando un aspecto cultural que siempre ha sido motivo de orgullo para los gallegos.

Este martes, Rajoy culminó su travesía en la ciudad gallega, coincidiendo con una etapa convulsa en el ámbito político español, marcada por la reciente dimisión de Santos Cerdán y el informe de la UCO que ha sacudido al PSOE. A pesar de estar al tanto de la situación, prefirió no entrar en detalles sobre el tema, enfocándose en su experiencia personal en lugar de la esfera política.

El exlíder del Partido Popular arribó a la Praza do Obradoiro a las 11:49 horas, rodeado por una multitud de peregrinos que también finalizaban su recorrido. Vestido de forma casual con prendas deportivas y un sombrero blanco para hacer frente a las altas temperaturas, marchó al ritmo de un gaitero que acompañó su llegada.

Rajoy, que había comenzado su camino en Sarria el jueves pasado, llegó un día más tarde de lo esperado, acompañado de su hijo Juan y un amigo, además de su hermano, quien le acompañó en la etapa final en la capital gallega. Su presencia no pasó desapercibida entre los visitantes, muchos de los cuales no dudaron en pedirle fotografías a lo largo del trayecto, recordándole frases típicas y reconocidas por todos.

Al ser consultado por los medios sobre cómo había vivido estos días, Rajoy se mostró entusiasta, asegurando que haber caminado por el Camino Francés ha sido una experiencia muy recomendable y sugirió a quienes deseen realizarlo que se preparen adecuadamente antes de embarcarse en la aventura.

Durante su estancia, el popular fue visto disfrutando de varios restaurantes locales, donde manifestó su admiración por las delicias gastronómicas que ofrece Galicia. Sin embargo, al abordar la actualidad política, optó por mantener su postura discreta y no ahondar en los recientes acontecimientos.

Finalmente, tras recorrer la emblemática Praza do Obradoiro y posar para numerosas instantáneas con sus seguidores, Rajoy se dirigió a la Catedral, donde intentó asistir a la Misa del Peregrino. Sin embargo, la larga cola de asistentes le llevó a cambiar de planes y acudir a la oficina de acogida de peregrinos, donde recibió su ansiada compostela.