24h Galicia.

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Paulo Carril obtiene la reelección como secretario general en el noveno congreso de la CIG.

Paulo Carril obtiene la reelección como secretario general en el noveno congreso de la CIG.

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 de mayo. Un evento significativo se ha llevado a cabo en la capital gallega con motivo del IX Congreso de la CIG, donde se ha profundizado en los retos y oportunidades del movimiento sindical en la actualidad. Bajo el lema ‘A Forza da Nosa Clase. Traballo. Dereitos. Soberanía’, este congreso ha culminado con la elección de nuevos representantes y la reelección de Paulo Carril como secretario xeral, quien ha obtenido un apoyo abrumador de 508 votos, con solo 30 en blanco y 3 nulos.

El congreso comenzó con un emotivo saludo del secretario comarcal de la CIG-Compostela, Pepe Maio, que inauguró la jornada con un video que resumía las acciones sindicales de la CIG desde el último congreso. El evento también rindió homenaje a figuras emblemáticas del sindicato que han fallecido, como Fernando Solla, Xesús Arrizado y Agustín Malvido, recordando así la historia y la lucha de quienes han formado parte de este movimiento.

Este 2023 se celebra un año significativo, conmemorando el 75 aniversario de la muerte de Castelao y el 50 aniversario del asesinato de Moncho Reboiras. Suso Seixo, presidente de la Fundación Moncho Reboiras, ofreció una reflexión sobre su vida y legado, recordando la urgencia de seguir luchando por los derechos de la clase trabajadora.

Los delegados presentes en el congreso debatieron y aprobaron relevantes documentos que guiarán la acción del sindicato por los próximos cuatro años, logrando 427 votos a favor en el relatorio de Acción Sindical, con solo una abstención. Asimismo, se aprobó el relatorio de Organización con el respaldo de 378 votos y una abstención, indicando un consenso amplio respecto a las líneas de trabajo.

Paulo Carril, encargado de clausurar el evento, destacó la importancia de actualizar el ideario del sindicato y ampliar las acciones necesarias para hacer realidad el lema del congreso. Resaltó que la CIG se erige como la fuerza sindical más importante en Galicia, con una representación del 31,05% y un aumento histórico en su número de afiliados, superando las 86.000 personas.

En su discurso, Carril enfatizó la peculiaridad de la clase trabajadora gallega, capaz de organizarse con una autonomía que evita convertirse en una mera extensión de organizaciones externas. Criticó de forma contundente el actual Gobierno de Rueda, al que considera un "complemento perfecto" de políticas neoliberales que perpetúan la dependencia de Galicia, denunciando la falta de un concierto económico que asegure el control sobre los recursos de la comunidad.

Las críticas se extendieron hacia la privatización de servicios públicos y lo que describió como una "ofensiva colonial" que convierte a Galicia en un mero suministrador de recursos para el resto del Estado. Carril alertó sobre un expolio que acababa con tierras, montes y mares, generando un impacto social y ambiental que amenaza con ser irreversible.

En una perspectiva más amplia, también abordó las políticas estatales que priorizan el aumento del gasto militar a expensas de servicios sociales, subrayando la sumisión del Estado español ante organizaciones internacionales como el FMI y el Banco Mundial. A nivel global, se refirió al capitalismo y el cambio climático, así como a la ofensiva imperialista liderada por Estados Unidos y la complicidad de la UE, denunciando específicamente la situación en Palestina y el apoyo europeo a políticas israelíes que él calificó de genocidas.

En un giro hacia la acción, la CIG reafirmó su compromiso de impulsar un Marco Galego de Relacións Laborais con competencias legislativas completas y un modelo gallego de negociación colectiva que combata la precariedad y la pobreza laboral. Carril subrayó que es fundamental que las políticas públicas prioricen a las mayorías sociales, utilizando los recursos gallegos para fomentar un empleo digno y un desarrollo equilibrado.

Finalmente, el secretario xeral no escatimó en críticas al diálogo social estatal, liderado por CC.OO. y UGT, a lo que se refirió como un "cementerio de derechos laborales" y caracterizó la reforma laboral de 2021 como un paso hacia la institucionalización de la pobreza. Con un llamado a la movilización, remarcó que la CIG debe seguir siendo una herramienta de transformación social, enfocada en la emancipación de la clase trabajadora y en la búsqueda de la soberanía nacional.