VIGO, 12 de marzo. En un caso conmovedor que ha captado la atención de la opinión pública, un padre enfrenta graves acusaciones en Vigo por presuntamente haber abusado sexualmente de su propia hija. Durante la audiencia en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, el acusado defendió su inocencia, asegurando que nunca tocó a la menor mientras esta estaba dormida.

Según el Ministerio Fiscal, los alleged incidentes se habrían producido en agosto de 2020 en el hogar del imputado. La acusación ha solicitado una pena de cinco años y cuatro meses de prisión, argumentando que el padre se aprovechó de su relación familiar para cometer un delito de abuso sexual de naturaleza continuada.

En el transcurso del juicio, el hombre insistió en que su única intención aquella noche fue asegurarse de que sus hijos estuvieran bien cubiertos mientras dormían. Afirma que entró a la habitación donde la niña y su hermano estaban durmiendo para "arropárselos", un acto que solía realizar en su casa, especialmente en el contexto de su proceso de divorcio, donde los niños pasaban una semana con cada progenitor.

El acusado mencionó que, aunque tenía que entregar a los niños a su madre el día siguiente, los menores le pidieron quedarse un día más, lo que facilitó su decisión de mantenerlos bajo su cuidado un poco más de tiempo.

Subrayó que a la mañana siguiente salió temprano a trabajar y defendió que había arropado a su hija únicamente desde los pies de la cama, argumentando que el espacio entre las camas era "muy compacto". Durante la audiencia, se presentó un vídeo que ilustraba cómo era el diseño de las camas donde dormían ambos niños.

Además, el hombre reveló que, unos meses antes, su expareja lo había denunciado por tocamientos no consentidos mientras ella dormía, lo que le había llevado a recibir una orden de alejamiento de 100 metros respecto a ella.

El acusado sostuvo que la denuncia de su hija era "similar" a la interpuesta por su madre unas semanas antes, después de su detención, tras la cual fue liberado. Agregó que entre las evidencias encontró un contacto en el móvil de la menor que incluía el término "menores", lo que la joven le indicó que había sido añadido por su madre.

El padre reveló también que lleva tres años recibiendo tratamiento psiquiátrico debido a una depresión, mencionando trágicamente que ha intentado quitarse la vida en dos ocasiones. En aquel momento, la niña tenía 13 años, y ahora es mayor de edad, lo que llevó a que su testimonio se solicitara a puerta cerrada para proteger su privacidad.