En el corazón de Santiago de Compostela, el 24 de septiembre, se lleva a cabo un amplio operativo conjunto entre la Policía Nacional y agentes de la DEA estadounidense. Esta acción se enmarca en una intensa investigación relacionada con un impresionante alijo de 3.500 kilos de cocaína que fue descubierto en A Pobra do Caramiñal hace diez días, lo que ya había resultado en la detención de tres individuos.

Fuentes cercanas a la investigación informan que se han registrado nuevas detenciones durante la jornada, y se está llevando a cabo una inspección en un taller de embarcaciones ubicado en Tragove, Cambados. Este taller estaría asociado a una empresa de alquiler de barcos en Sanxenxo, lo que sugiere una red aún más amplia de actividades delictivas.

El operativo tiene su origen en las primeras detenciones realizadas el 14 de septiembre, cuando tres hombres de nacionalidad colombiana fueron arrestados luego de que las autoridades encontraran la droga, que había llegado a las costas gallegas a bordo de un narcosubmarino. Este descubrimiento ha desnudado una operación criminal de gran envergadura.

La juez del Tribunal de Instancia de Muros tomó medidas drásticas hace unos días, ordenando la prisión provisional, sin posibilidad de bailo, para los tres detenidos en el operativo inicial, lo que subraya la gravedad del delito y la determinación del sistema judicial para hacer frente a estas amenazas.

Agentes del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) Galicia fueron quienes dieron el primer golpe en la lucha contra esta peligrosa actividad, interceptando un vehículo que transportaba parte de la droga, lo que resultó en la incautación de aproximadamente mil kilos de cocaína. Este hallazgo fue un hito en la operación, que se intensificó luego de que la información proporcionada por la Policía Nacional llevó a las autoridades locales a realizar inspecciones en áreas estratégicas.

A medida que se despliega esta investigación, queda claro que la lucha contra el narcotráfico en Galicia no sólo es necesaria, sino también un esfuerzo conjunto entre diferentes cuerpos de seguridad, señalando que la colaboración internacional es crucial para acabar con estas organizaciones que ponen en jaque la seguridad de nuestras comunidades.