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Oliver Laxe, galardonado en Cannes: "Vivimos en el ocaso y 'Sirât' refleja esa realidad".

Oliver Laxe, galardonado en Cannes:

En el contexto de un mundo cada vez más complejo, la nueva obra de Oliver Laxe, Sirât, se destaca no solo por su trama, sino también por la necesidad de abordar la "dureza" de la vida contemporánea a través del cine. El director gallego subraya que esta forma artística se convierte en un refugio para explorar lo que en la vida real a menudo evitamos: "El cine es un espacio donde experimentar cosas que ya no experimentamos en la vida diaria", afirma.

Este pasado sábado, Laxe fue galardonado con el Premio del Jurado en el Festival de Cannes por su intensa película, la cual, según él mismo describe, captura el "hedor a fin de ciclo". Reflexionando sobre el estado del mundo, menciona que “ya hace tiempo que estamos en un fin del mundo”, un tema que resuena con urgencia en su narrativa.

El lunes, Laxe ofreció una rueda de prensa en Santiago de Compostela, donde compartió sus impresiones tras la presentación de su película a la prensa y su estreno en su localidad natal, Navia de Suarna (Lugo). "Era simbólico comenzar en casa, rodeado de los míos y de todos los colores políticos. Como siempre digo, es importante darle voz a la periferia", enfatiza.

Después de su exitoso paso por Cannes y un íntimo preestreno, Sirât está programada para llegar a las salas de cine el 6 de junio. Esta coproducción entre España y Francia narra la odisea de un padre, interpretado por Sergi López, y su hijo, Bruno Núñez, quienes se adentran en una rave en las montañas de Marruecos en busca de su hija perdida, Mar, desaparecida en una de esas fiestas nocturnas sin final definido.

A lo largo del filme, se refleja un clima de inestabilidad mundial, un contexto que Laxe ha venido desarrollando desde que empezó a escribir el guion en 2012. "A pesar de los años, el mundo no ha cambiado tanto. Desgraciadamente, los conflictos siguen vigentes", puntualiza, añadiendo que la historia también habla de la necesidad de un "reset" en todos los aspectos de la vida.

"La realidad es que los tiempos venideros serán desafiantes. No se trata solo de sobrevivir, sino de defender los valores que nos definen como ciudadanía, y eso resulta estimulante", asegura. A partir de ahí, Laxe destaca cómo el cine le invita a confrontar la muerte, un tema que considera tabú en nuestra sociedad. "El cine es un vehículo para experimentar emociones intensas que, en nuestra vida cotidiana, nos vemos obligados a eludir", defiende.

Para él, Sirât es un cine de "servicio" que incita a la introspección en una época delicada. "Mirar dentro de nosotros mismos y preocuparnos por nuestros valores puede ser liberador", sostiene, subrayando que su intención es cuidar al espectador, buscando ofrecer una mirada que, sin ser sádica, hable a la esencia del ser humano.

Sergi López, quien da vida al protagonista, explicó que el papel le ha impactado profundamente. “Actuar con este tipo de dolor es un salto al vacío que me ha confrontado con mis propios sentimientos”, reconoció. Añadió que la experiencia se vio enriquecida por trabajar con un elenco amateur, algo que Laxe prefiere, ya que provoca una presencia auténtica sobre la pantalla.

En este sentido, el director organizó un encuentro en los Ancares para que los actores pudieran leer el guion y ensayar en un ambiente relajado. “Trabajar con quienes no tienen experiencia o técnica aporta una frescura única que se siente en la película”, comentó López.

Laxe también elogió la capacidad de López para guiar al elenco. A pesar de su propia experiencia técnica, confesó su inseguridad antes de iniciar el rodaje, un gesto que ayudó a calmar a todos los involucrados. "Era un buen momento para recordar que el ensayo es parte del proceso creativo", recordó Laxe.

Sirât se destacó en Cannes, convirtiéndose en una de las favoritas y llevando a Laxe a recibir el Premio del Jurado. “La conexión con el público fue abrumadora. La gente se acercaba a comentar cómo la película les había tocado”, relata el director, enfatizando la profundidad de la reacción del público francés, tan cerebral y analítico en su apreciación del cine.

Ambos, Laxe y López, confían en que la película dejará una huella profunda en los espectadores, incluso en aquellos de mayor edad, quienes, a su juicio, pueden apreciar el mensaje sobre las crisis y el crecimiento personal que ofrece la narrativa. “La vida nunca avisa cuando trae lecciones, y la gente mayor suele entender esto mejor que nadie”, opina Laxe.

A pesar de su enfoque hacia los jóvenes, Laxe considera que su obra puede resonar con todas las generaciones. “No hay un deseo dramático detrás, simplemente es un llamado a reflexionar y aprender de los errores de nuestra historia, conectando con la búsqueda de un futuro mejor, que tantos jóvenes sienten”, concluye.

En última instancia, la mezcla de géneros de Sirât, donde la aventura se encuentra al borde del drama, ofrece un atractivo especial a los jóvenes. “Recuerdo que a mí el cine me salvó en momentos de oscuridad y estoy decidido a transmitir esa misma luz a las nuevas generaciones”, reflexiona el director, consciente de que su tarea es inspirar a aquellos que se enfrentan a un mundo incierto.