El pasado 8 de septiembre, la provincia de Lugo fue escenario de una fuerte protesta en apoyo a la causa palestina, coincidiendo con el paso de la Vuelta Ciclista a España. En el marco de estas manifestaciones, diez personas fueron detenidas, pero han recuperado su libertad en las últimas horas.

Según la información que ha recibido Europa Press, las detenciones comprendieron a ocho individuos arrestados por la Guardia Civil en O Corgo y a dos más por parte de la Policía Nacional en Monforte de Lemos, todos ellos liberados la noche del domingo.

Entre los detenidos, destaca Rosana Prieto, líder del BNG en la comarca de Lugo Sur, quien fue apresada mientras se sumaba a las protestas. Este evento marcó el inicio de una serie de movilizaciones en Galicia, que ya habían tenido eco en varias ciudades de España, motivadas por la participación del equipo Israel Premier Tech en la competición.

La indignación ha llevado a más de 50 colectivos en defensa de los derechos palestinos a condenar enérgicamente la "violencia policial" y las "detenciones arbitrarias" ocurridas durante la jornada del domingo. En su comunicado, se destacó que al menos uno de los detenidos requirió atención médica tras ser arrestado.

Los grupos exigieron urgentemente a la Subdelegación del Gobierno y a otras entidades competentes que liberaran sin cargos a todos los detenidos y cesaran la represión estatal hacia quienes apoyan la causa palestina.

Por otro lado, subrayaron que el equipo Israel-Premier Tech está respaldado por Sylvan Adams, un conocido sionista que invierte considerablemente en iniciativas deportivas con el objetivo de mejorar la imagen de Israel a nivel internacional.

Como resultado de la situación, los colectivos han dejado claro que las protestas continuarán. Este martes 9 de septiembre, se espera que más grupos se reúnan en la etapa de la vuelta que se desarrollará entre Poio y Mos, en la provincia de Pontevedra.

Además, Movemento Sumar Galicia ha solicitado la suspensión de La Vuelta hasta que se expulse al equipo Israel Premier Tech, evidenciando así el creciente descontento por la vinculación del evento con la política israelí.