El Tribunal Supremo ha emitido un fallo histórico en favor de la ciudad de Santiago de Compostela, ordenando a la familia del dictador Francisco Franco la restitución de las esculturas de Abraham e Isaac, obras que pertenecieron al emblemático Pórtico de la Gloria de su catedral. Este fallo marca un paso significativo en la búsqueda de justicia y rectificación histórica en relación con el patrimonio cultural de España.

La controversia surgió cuando el Ayuntamiento de Santiago interpuso una demanda contra los nietos de Franco, exigiendo el regreso de las estatuas, que fueron adquiridas en 1948 por la suma de 60.000 pesetas al conde de Ximonde. Estas esculturas habían sido retiradas del templo durante una reforma, lo que generó un intenso debate sobre su propiedad. A pesar de que los herederos de Franco argumentaron la compra de las obras a un particular, la corte ha dado la razón al Ayuntamiento.

La decisión de la Sala de lo Civil del Supremo fue contundente, al señalar que existió un “error evidente” en la valoración de las pruebas presentadas anteriormente. Los magistrados recalcaron que la identificación de las esculturas era “clara” y que los documentos y el informe pericial respaldaban de manera irrefutable la reclamación de Santiago. Este fallo no solo representa una victoria legal, sino también un triunfo simbólico en el reconocimiento de la memoria histórica de la región.