Galicia se prepara para un verano caluroso y el inicio de una peligrosa temporada de incendios este martes.

La Xunta de Galicia ha establecido un ambicioso objetivo para la temporada 2025: reducir la superficie afectada por incendios a menos de 18.555 hectáreas, un desafío significativo en un año donde se prevé que solo 26 parroquias sean clasificadas como de alto riesgo.
Hoy, 29 de junio, marca el inicio de la temporada crítica de incendios que se extenderá desde el 1 de julio hasta finales de septiembre. Según la Agencia Estatal de Meteorología, este verano se caracterizará por temperaturas más elevadas de lo habitual en la región.
Un potente dispositivo de 7.000 profesionales estará listo para intervenir durante esta época de potencial alto riesgo. Además, se contará con una flota de aproximadamente 30 medios aéreos, junto a 380 motobombas, para atender cualquier eventualidad.
Los recursos aéreos se mantendrán en 30, distribuidos entre 20 proporcionados por la Xunta, que incluirán 14 helicópteros y seis aviones, y entre 9 y 10 aeronaves del Estado, de las cuales cinco serán aviones. Este equipo aéreo será respaldado por un contingente de 112 trabajadores de la Xunta, aunque esta cifra representa una ligera reducción respecto al año anterior. Por otro lado, el personal del Estado aumentará a 65, mejorando la capacidad de respuesta.
El total del personal involucrado en el Plan de Lucha Contra Incendios de Galicia (Pladiga) asciende a 5.199, un número que incluye efectivos de la Xunta, del Estado y de las administraciones locales. A pesar de la disminución en el número general de trabajadores, el Gobierno gallego señala que se asegurará la participación de unas 7.000 personas en diversas operaciones.
Además, en esta época de riesgo se sumarán a las labores de vigilancia y prevención 35 patrullas del Ejército, un incremento significativo que refleja el compromiso por proteger las áreas más vulnerables, especialmente la provincia de Ourense, que ha sido duramente afectada en años anteriores. Esta Operación Centinela se establecerá del 15 de agosto al 30 de septiembre de 2025.
El Pladiga de este año también introduce varias novedades, como la creación de un cargo específico para la logística en incendios de gran magnitud, el desarrollo de herramientas para abordar fuegos transfronterizos junto a Portugal y una inversión en formación para los profesionales involucrados. Por otra parte, se contará con la colaboración de equipos provenientes de Países Bajos y Estonia, que llegarán a Galicia para aprender del protocolo de actuación frente a incendios.
Con el objetivo de mejorar la prevención, el Pladiga se ha fijado la meta de que la superficie quemada se mantenga por debajo de la media de 15.106 hectáreas de los últimos diez años, excluyendo situaciones extremas. Se proyecta que los incendios de gran envergadura, es decir, aquellos que superan las 25 hectáreas, no representen más del 2% del total, mientras que los fuegos menores a una hectárea deberían constituir más del 70% de los incidentes.
Los datos del año pasado reflejan que Galicia registró 2.644,7 hectáreas quemadas, marcando un mínimo histórico con solo 755 incendios, considerablemente menos que las 6.749 hectáreas de 2023. No obstante, años como 2017 y 2022 dejaron huellas notorias con cifras alarmantes en términos de afectación.
El Pladiga también enfatiza la necesidad de renovar y aprobar los planes municipales de prevención de incendios, establecer convenios para crear brigadas de prevención en mancomunidades y avanzar en la legislación de lucha integral contra incendios. Se prevé la adquisición de seis máquinas hidrostáticas polivalentes para fortalecer las capacidades de desbroce y extinción.
En 2025, los trabajadores de prevención de incendios de carácter fijo discontinuo tendrán un contrato de ocho meses, con la intención de ampliarlo a nueve meses en el año siguiente. Por otro lado, las parroquias identificadas como de alto riesgo han disminuido a 26 este año, un drástico descenso desde las 40 del 2024. Ourense concentra la mayor parte de estas parroquias, seguida de Pontevedra y A Coruña.
Las parroquias de alto riesgo son aquellas que han registrado una media de siete o más incendios anuales durante los últimos cinco años o que han sufrido incendios significativos en la última década. Este año, 16 parroquias serán eliminadas de la lista, mientras que dos nuevas quedarán incluidas, reflejando un cambio en la dinámica de riesgo.
Finalmente, la Consellería de Medio Rural tiene previsto llevar a cabo 250 quemas controladas en 2025, abarcando una superficie de 1.437 hectáreas, marcando un hito histórico en los esfuerzos preventivos contra incendios forestales.
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