24h Galicia.

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Galicia registra un aumento del 9,7% en sus manadas de lobos, alcanzando un total de 93.

Galicia registra un aumento del 9,7% en sus manadas de lobos, alcanzando un total de 93.

El último censo nacional del lobo, llevado a cabo entre 2021 y 2024, ha revelado la existencia de 333 manadas en España, lo que representa un significativo incremento del 12% en comparación con el censo anterior de 2012-2014, que registró 297 manadas. Esta información fue compartida por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), que valora la estabilidad de la especie en el país.

El MITECO subraya el crecimiento moderado y la expansión del lobo en los límites de su distribución, incluyendo regiones históricas como Galicia, Asturias y Castilla y León, donde se observa una estabilización de sus poblaciones. Sin embargo, los expertos advierten que todavía no se han alcanzado las 500 manadas necesarias para garantizar la viabilidad genética de la especie en el futuro.

Estos datos son cruciales para determinar el estado de conservación del lobo, ya que se evaluará si este es favorable o desfavorable según los criterios establecidos por la Unión Europea. Así lo ha comunicado el MITECO en sus informes sobre la situación de esta emblemática especie.

El censo, que fue realizado en colaboración entre el Ministerio y diversas comunidades autónomas, es el seguimiento más reciente sobre el lobo en España. La mayor concentración de estas manadas se localiza en Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria, mientras que el País Vasco, Madrid, Castilla-La Mancha, La Rioja y Extremadura presentan zonas en expansión con un número reducido de manadas.

Para llevar a cabo el censo, se ha utilizado una metodología coordinada que permite la comparación con los datos de la anterior evaluación. La recolección de información fue realizada por técnicos especializados en cada comunidad, bajo la supervisión de un coordinador científico del MITECO. Este enfoque metódico ha permitido estimar con precisión el total de manadas, evitando la doble contabilización de aquellas que se extienden entre varias comunidades.

El informe ha confirmado que Castilla y León alberga la mayor población de lobos, con un total de 193 manadas (160 exclusivas y 33 compartidas), seguida de Galicia con 93 (83 exclusivas y diez compartidas), Asturias con 45 (33 exclusivas y doce compartidas), y Cantabria con 23 (14 exclusivas y nueve compartidas).

Al comparar estos datos con el censo anterior, Cantabria destaca por su notable crecimiento, duplicando prácticamente su población de manadas al pasar de 12 a 23. Asturias ha visto un aumento del 17,8%, pasando de 37 a 57 manadas, y Galicia ha crecido un 9,7% con 93 manadas. Castilla y León, aunque ha registrado un ascenso, lo hizo de un 7,3%, aumentando de 179 a 193 manadas.

Fuera de las comunidades con poblaciones significativas de lobos, la Comunidad de Madrid reporta cinco manadas (tres exclusivas y dos compartidas); La Rioja también tiene cinco (una exclusiva y cuatro compartidas); Castilla-La Mancha cuenta con cuatro (dos exclusivas y cuatro compartidas); y Extremadura registra una manada compartida.

En el censo previo, tanto el País Vasco como La Rioja solo tenían una manada compartida, mientras que la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura presentaban cifras simbólicas en su registro.

El MITECO ha señalado que no se han encontrado manadas estables en Aragón y Cataluña, aunque se han avistado ejemplares en estas áreas. Sin embargo, en 2024 se ha registrado la primera manada reproductora en Extremadura en varias décadas, un avance significativo en la recuperación de la especie en esa región.

El censo refleja una tendencia de expansión hacia los límites de la distribución del lobo, especialmente en dirección este y sureste, donde se comparten territorios con las comunidades vecinas.

A pesar de la protección especial del lobo en todo el país, incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial desde 2021, el MITECO alerta sobre un posible cambio en su estatus. Esto se debe a la reciente modificación de la normativa relacionada y la aprobación de la Ley de Desperdicio Alimentario, que podría permitir a las comunidades autónomas autorizar la caza de lobos en otoño e invierno, un tema que suscita un debate considerable entre conservacionistas y quienes abogan por la gestión de la población de lobos.