La Xunta de Galicia ha hecho un importante anuncio sobre la regulación del uso de la tecnología en el ámbito educativo, estableciendo su intención de aprobar una nueva ley que permitirá a los estudiantes utilizar dispositivos de manera individual a partir de 5º de Primaria. Esta medida fue comunicada por Román Rodríguez, conselleiro de Educación, durante la sesión del Consello de Goberno en Santiago de Compostela.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha confirmado que la propuesta será enviada al Parlamento gallego en otoño, con la meta de que entre en vigor el año próximo. Según Rueda, esta iniciativa busca "consolidar" un modelo educativo híbrido que combine efectivamente la enseñanza tradicional a través de libros impresos y el uso de tecnologías modernas.

Hasta ahora, cada institución tenía la libertad de decidir cómo implementar estas nuevas herramientas, pero a partir de 2026, se establecerán criterios claros por ley. Este proyecto se inicia con la elaboración de la futura Ley de Educación Digital de Galicia, la cual ya ha recibido un notable interés, con 600 aportaciones durante la fase de consulta. Rodríguez afirmó que se revisarán y se buscará la opinión de la comunidad educativa sobre el uso de herramientas digitales.

El objetivo de esta ley es asegurar un uso adecuado de la tecnología en función de las distintas etapas educativas, maximizando sus beneficios y minimizando sus riesgos. Durante los primeros años de escolaridad, desde Educación Infantil hasta 4º de Primaria, el uso de dispositivos será colectivo, según explicó Rodríguez.

Este marco normativo no solo regulará el uso de la tecnología, sino que establecerá derechos y deberes claros para todos los integrantes de la comunidad educativa. "No estamos creando una ley más, estamos diseñando un sistema innovador que definirá de manera específica el papel del profesorado, los alumnos, los centros educativos y las familias", destacó el conselleiro.

Adicionalmente, se prevé un ciclo de reuniones con diversos sectores de la comunidad educativa con el propósito de enriquecer el anteproyecto a través de un diálogo constructivo. Rodríguez enfatizó la necesidad de involucrar a las familias en el proceso, ofreciendo sesiones informativas sobre el uso adecuado de la tecnología en el aprendizaje de los estudiantes.