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Fainé: "Sin un enfoque humanístico, la era digital pierde su esencia."

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Isidro Fainé, presidente de Criteria Caixa y de la Fundación CEDE, ha impulsado un llamado a la acción en el ámbito de la inteligencia artificial (IA), subrayando la importancia de establecer marcos regulatorios robustos para abordar este nuevo horizonte tecnológico. Según Fainé, la transformación digital no debe olvidarse de una perspectiva humanística, afirmando que “la era digital no tiene sentido si olvidamos darle una perspectiva humanística”.

Durante la clausura del XXIII congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que tuvo lugar en A Coruña bajo la presencia del rey Felipe VI, Fainé advirtió que el objetivo no debería ser la competencia frente a las máquinas, sino más bien el fomento de una “sinergia” que permita maximizar las capacidades de ambos. A su juicio, el liderazgo del futuro se caracterizará por su enfoque cooperativo, alejándose de cualquier forma de autoritarismo.

El presidente de la Fundación CEDE instó a fomentar un diálogo intergeneracional, resaltando la necesidad de dar protagonismo a una generación que, según él, es la mejor preparada en la historia. Hizo un llamado a que tanto España como Europa inviertan en el desarrollo de diversas áreas del conocimiento, con el propósito de capitalizar el potencial de una “generación de talento tan bueno” y afrontar el gran desafío de posicionar a España en el mapa global de la tecnología.

Fainé defendió la idea del “aprendizaje continuo”, reflexionando sobre su propia experiencia: “Tengo más de 80 años y sigo estudiando como cuando tenía 13”. Argumentó que la “curiosidad intelectual debe ganar la batalla al continuismo”, sugiriendo que la educación y el aprendizaje son componentes esenciales del progreso personal y profesional.

Al comienzo de su intervención, Fainé agradeció al rey Felipe VI su “apoyo permanente desde el primer día”, destacando que “ningún gran tema es ajeno a la Corona”, haciendo referencia a la reciente tragedia sucedida en la Comunidad Valenciana debido a la DANA. También expresó sus condolencias a las víctimas de las inundaciones y resaltó la acogida calurosa de A Coruña, señalando a Galicia como una región fértil en creatividad y espíritu emprendedor.

Fainé animó a los directivos presentes a convertirse en los “emprendedores del siglo XXI”, promoviendo sus proyectos en un contexto caracterizado por rápidos cambios, donde las oportunidades son numerosas. “Los directivos españoles han demostrado preparación” y capacidad para adaptarse con éxito a un entorno tan desafiante, comentó el presidente de la Fundación CEDE.

Sobre la preocupación por la IA, Fainé consideró que los directivos no serán fácilmente reemplazables por máquinas. Los instó a asumir riesgos y a cultivar una mentalidad emprendedora y proactiva. “La inteligencia artificial es el gran tema del momento”, reconoció, agradeciendo a Nadia Calviño, presidenta del Banco Europeo de Inversiones, por proponer el debate sobre este asunto en el congreso de Granada el año anterior.

El líder empresarial instó a los ejecutivos a “anticiparse” a los cambios que trae consigo la IA, recordando que deben estar siempre en contacto con las personas y prestar atención a lo que ocurre a su alrededor. Propuso “abrazar la innovación”, aclarando no obstante que esto debe hacerse “preservando los valores humanos y sociales que definen nuestra identidad”. “El futuro solo será posible si mantenemos a las personas en el centro de la ecuación”, insistió.

En el contexto actual, Fainé abogó por la creación de “marcos regulatorios robustos” para la inteligencia artificial, con el objetivo de mitigar los riesgos relacionados con la privacidad, la ciberseguridad y los sesgos discriminatorios que puedan surgir de los algoritmos. Hizo un llamado a avanzar en el desarrollo tecnológico, pero siempre en la dirección de construir “una sociedad más justa y con menos desigualdades”.

Por último, Fainé subrayó la necesidad de mantener “prudencia y humildad” frente a la IA, aunque también urgió a cultivar “ambición y optimismo”. En lugar de adoptar una postura pesimista, abogó por hablar de “un nuevo mundo que va a ser mejor”, en lugar de centrarse en catastrofismos que solo generan temor.