
Unións Agrarias demanda que se den pasos para seguir flexibilizando cuestiones que aún están pendientes en el sector agropecuario.
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 May.
La revisión de la Política Agraria Común (PAC) ha sido bien recibida en el agro gallego, especialmente por las pequeñas explotaciones agrarias de menos de 10 hectáreas, que ahora estarán exentas de ciertos controles y sanciones medioambientales para aligerar la carga administrativa.
"Las movilizaciones han dado sus frutos y ya se comienzan a ver cambios significativos", declara Félix Porto, secretario de Coordinación Sectorial de Unións Agrarias (UU.AA), aunque destaca que aún quedan temas por resolver.
Esta flexibilización supone un alivio para las explotaciones, ya que facilita la vida de unas 350,000 explotaciones de menos de 10 hectáreas en España, unas 10,000 de las cuales se encuentran en Galicia.
Además, se ha pospuesto la obligación de rotación de parcelas hasta 2026 y se ha flexibilizado la posibilidad de doble cultivo de maíz y hierba, lo cual ha sido recibido con alivio en el sector.
A pesar de estos avances, aún quedan aspectos por mejorar, como la adaptación de los ecorregímenes a las particularidades de la cornisa cantábrica, una asignatura pendiente según los conselleiros de las comunidades del norte.
Unións Agrarias se mantiene en expectativa y espera que en las mesas sectoriales abiertas, especialmente en la de ganadería, se resuelvan asuntos como la fertilización de tierras agrarias.
La revisión de la PAC aborda los reglamentos sobre los planes estratégicos y financiación, con el objetivo de brindar mayor flexibilidad a los agricultores y Estados miembros para cumplir condicionalidades medioambientales.
Estas propuestas buscarán garantizar que los objetivos de protección medioambiental y climática no se vean comprometidos, dentro del marco de la política agrícola de la UE.
La UE muestra nuevamente su solidaridad con el sector agrario al flexibilizar los requisitos medioambientales de la PAC, en un intento por calmar las movilizaciones previas a las elecciones europeas de junio.
La condicionalidad medioambiental conocida como 'BCAM' sigue siendo un requisito para recibir el apoyo de la PAC, pero la exención de pequeños agricultores simplificará su trabajo diario sin comprometer las ambiciones medioambientales del programa.
Estos cambios beneficiarán al 65% de los beneficiarios de la PAC, manteniendo un equilibrio entre la simplificación administrativa y la protección del medio ambiente en la agricultura.
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