La Fiscalía ha modificado su postura en un caso de abusos sexuales en Vigo, reduciendo su solicitud de condena para el acusado, un entrenador de fútbol, de 13 a 6 años de prisión. Este cambio se debe a la atenuante de reparación del daño, ya que el acusado ha ofrecido una suma de 35,000 euros para enfrentar una posible responsabilidad civil en caso de ser hallado culpable.

En el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Pontevedra, el entrenador se defendió argumentando que su relación con la joven, que en el momento de los supuestos hechos era menor de edad, fue consensuada. Afirmó que todas las interacciones comenzaron cuando la denunciante cumplió los 16 años y que mantuvieron contacto desde 2016 en diversos clubes deportivos.

El acusado relató que habían desarrollado una relación cercana, caracterizada por constantes conversaciones sobre fútbol y un intercambio creciente de mensajes. Según su versión, la joven fue quien tomó la iniciativa al confesarle que estaba interesada en él, expresando también su deseo de recibir caricias y besos. Pese a sus reservas debido a la diferencia de edad de 33 años, él aseguró que se sintió abrumado por las insistencias de la menor.

El entrenador subrayó que no consideraba que su relación constituía un delito y que únicamente le preocupaba la repercusión social de sus acciones. Reiteró su afirmación de que todos los encuentros sexuales fueron consensuados, llegando a decir que la relación formal no se estableció hasta un mes y medio después de que la joven cumpliera los 16 años, en 2019.

Sin embargo, relató que la joven también lo presionaba, utilizando lo que él describió como “chantaje” y “amenazas”. Esta situación coincido con periodos difíciles en su vida personal, incluyendo la pérdida de su madre y un amigo. Además, mencionó que la relación se tornó conflictiva cuando la menor se enfurecía al mencionarle a su esposa y familia, y finalmente concluyó en marzo de 2022, cuando la chica contactó a su esposa para revelar su vínculo.

Durante su declaración, el entrenador admitió que la joven intentó comunicarse con él en varias ocasiones, incluso justo antes de presentar su denuncia. Alegó que dichos intentos incluían un tipo de chantaje para que él le prestara atención. Por su parte, médicos forenses que testificaron en el juicio confirmaron que la denunciante está recibiendo tratamiento por estrés postraumático.

Ante estos argumentos, la Fiscalía ha reconsiderado sus conclusiones y ahora solicita una pena de 2 años, 6 meses y un día de cárcel por el delito de abuso sexual a una menor de 16 años, y 3 años, 6 meses y un día por abuso a menores de 18, en lugar de los 13 años inicialmente demandados. Mientras tanto, la acusación particular demanda 17 años de prisión y una indemnización de 30,000 euros, mientras que la defensa solicita la absolución del acusado.