En Vigo el 11 de Octubre ocurrió un trágico evento a bordo del pesquero 'Argos Georgia'. Según las conclusiones preliminares de la Marine Accident Investigation Branch (MAIB), un fallo en una compuerta permitió la entrada de agua en el buque, provocando su escora y posterior hundimiento.

La investigación reveló que, antes del accidente, una compuerta se abrió lentamente hasta quedar completamente abierta. A pesar de que se intentó cerrar, la tripulación no pudo controlar el paso del agua hacia el resto del barco.

Además, las puertas internas que conducían al compartimento de arrastre estaban abiertas, lo que facilitó que el agua se extendiera por todo el buque, aumentando la escora de forma significativa hasta que finalmente se hundió.

MAIB identificó varios problemas de seguridad en el barco, como la falta de garantías para mantener las compuertas cerradas y la incapacidad de la tripulación para controlar el flujo de agua hacia otros espacios del buque.

Por esta razón, el organismo emitió recomendaciones para propietarios, operadores y patrones de buques pesqueros equipados con compuertas laterales. Entre ellas, se destaca la importancia de evaluar adecuadamente los riesgos y de implementar medidas para reducir los riesgos asociados a posibles fallos en las puertas.

Tras el naufragio del pesquero 'Argos Georgia' frente a las Islas Malvinas el pasado 23 de julio, que resultó en nueve fallecidos, 14 supervivientes y cuatro desaparecidos, se destacó la presencia de gallegos entre los sobrevivientes y los fallecidos.