Aumentan a 58 las muertes por accidentes laborales en Galicia en 2024, ocho más que el año anterior.

La realidad de la seguridad laboral en Galicia presenta un panorama preocupante. Los recientes datos revelan un significativo aumento del 14% en los accidentes graves en el lugar de trabajo, mientras que los incidentes menores experimentan un leve descenso.
En un informe publicado el 22 de marzo por el Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia (Issga), se ha confirmado que durante el año 2024 se reportaron 58 muertes en accidentes laborales, lo que representa un alza de ocho fallecimientos en comparación con 2023, un incremento del 16% que no puede ser ignorado.
El análisis desglosado por sectores revela que el ámbito de los servicios es el más letal, con 23 trabajadores fallecidos. Le siguen la construcción, que registró 12 muertes; la industria, con 9; y tanto la pesca como la agricultura, cada una con 7 víctimas mortales. Es alarmante que todos los sectores hayan registrado incrementos en los fallecimientos, excepto la agricultura, que se mantiene en la misma cifra. Destaca un notable crecimiento en la pesca, que pasó de tres muertes el año anterior a siete este año.
En términos geográficos, la provincia de Pontevedra es la más afectada, con 23 muertes en accidentes laborales, lo que asegura un aumento de ocho muertes en comparación con 2023. A Coruña, por su parte, reportó 20 siniestros mortales (dos menos que el año anterior). Lugo también vio un aumento significativo, con 13 muertes (cinco más), mientras que Ourense se quedó con la cifra más baja, con solo dos fallecimientos (tres menos).
El desglose de los tipos de fallecimientos es revelador: 26 muertes fueron causadas por infartos o enfermedades no traumáticas, mientras que 11 casos resultaron de golpes o choques con objetos en movimiento. Asimismo, 10 personas sufrieron atrapamientos, y 7 fallecieron por caídas o golpes contra objetos inmóviles. Dos muertes fueron provocadas por contacto eléctrico, fuego o sustancias peligrosas, mientras que hubo un caso de ahogamiento y otro por contacto con objetos punzantes.
Del total de 58 trabajadores que perdieron la vida en 2024, 44 eran empleados fijos, 8 eran temporales (un aumento del 166,7%) y 6 eran autónomos. En cambio, los accidentes de trabajo que llevaron a bajas laborales alcanzaron la cifra de 27.146, registrando un ligero descenso del 0,47% respecto al año anterior.
Un análisis más profundo muestra que los accidentes graves han alcanzado un total de 414, lo que significa un incremento del 13,7% con respecto al año pasado. Entre estos accidentes, los servicios acumulan la mayor proporción, con 177 casos, lo que implica un aumento del 26,4%. Le siguen la construcción con un aumento del 4,8%, la agricultura con un impresionante aumento del 37,5% y la industria con un crecimiento del 6%. Sin embargo, en el sector pesquero se ha producido una disminución del 16,7% en incidentes graves.
En contraste, los accidentes laborales leves han disminuido ligeramente, con un total de 26.674 incidentes, lo que representa un descenso del 0,69%. En cuanto a la distribución de los accidentes laborales con baja, se evidencia una clara desigualdad de género: de los 27.146 accidentes, 19.153 afectaron a hombres y 7.993 a mujeres. En las muertes, de los 58 siniestros mortales, 53 son hombres y 5 son mujeres, con una mayor tasa de incremento en el sexo femenino (+25%) en comparación con el masculino (+15,2%).
Los accidentes graves también reflejan esta desigualdad, con 342 hombres y 72 mujeres involucrados. Aquí, el aumento también es más pronunciado entre las mujeres, con un incremento del 20% frente al 12,5% de los hombres. Además, se registraron 3.213 accidentes "in itinere", un aumento del 2% que incluye seis muertes en este contexto. Por otro lado, 13.104 accidentes laborales no conllevaron bajas, lo que representa una reducción del 4% interanual.
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