VIGO, 31 de enero.

El gobierno municipal de Vigo ha tomado una decisión firme al imponer una multa a la compañía aérea Ryanair, ascendiendo a más de 17.400 euros, debido a su obstinada eliminación de vuelos que recibían subvención por parte del consistorio.

El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, comunicó a través de un audio dirigido a los medios que, durante los meses de julio y septiembre del año pasado, la aerolínea cambió “unilateralmente” los términos de su oferta de vuelos a Londres, reduciendo la frecuencia previamente acordada con el Ayuntamiento. Según el contrato, se establecía una frecuencia de tres vuelos semanales, sin embargo, la compañía decidió limitarla a solo dos.

Ante esta situación, el Ayuntamiento procedió a abrir un expediente sancionador, que culminó con la exigencia de 17.414 euros a Ryanair por su incumplimiento contractual. Este paso pone de manifiesto la determinación del gobierno local de velar por los acuerdos establecidos y por los intereses de la ciudad.

No obstante, el Ayuntamiento no se detiene aquí. Se ha decidido iniciar un nuevo expediente contra Ryanair, ya que el gobierno considera que la aerolínea también ha fallado en cumplir otras condiciones del contrato relacionadas con la promoción de la ciudad de Vigo. Esto refleja una preocupación más amplia por cómo las líneas aéreas impactan en la imagen y el desarrollo local.

Desde el Partido Popular de Vigo han expresado su descontento con la sanción impuesta, calificando la cifra de 17.400 euros como “ridícula” y que representa menos del 1% de los 1,8 millones de euros estipulados en el contrato. La falta cometida por Ryanair está tipificada como “muy grave”, lo que podría haber permitido una multa de hasta 150.000 euros, lo que resalta la percepción de que la sanción no se ajusta a la gravedad de la infracción.

El concejal del PP, Miguel Martín, cuestionó cómo es posible que Ryanair se salga con la suya ante el manifiesto y reiterado incumplimiento del contrato. Resaltó que esta multa “de nada sirve” como advertencia para prevenir futuras violaciones, sugiriendo que deja a la compañía con un margen significativo de acción en el aeropuerto de Peinador, lo que podría resultar en una falta de responsabilidad por parte de la aerolínea en sus operaciones.