24h Galicia.

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Santalices aboga por un modelo de financiación equitativo y sólido en memoria de las víctimas de la DANA.

Santalices aboga por un modelo de financiación equitativo y sólido en memoria de las víctimas de la DANA.

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 de diciembre.

Este lunes, Miguel Santalices, presidente del Parlamento de Galicia, ha asumido el importante rol de delegado regio en la emblemática Ofrenda de Traslación de los restos del Apóstol Santiago. Durante su intervención, hizo un llamado a la intercesión del patrón de España en favor de aquellos que sufren la violencia, los más vulnerables, las víctimas de conflictos bélicos y los damnificados por la DANA. Santalices destacó que es un "deber moral" de quienes ejercen el poder garantizar la equidad entre los ciudadanos y subrayó la necesidad de establecer un sistema de financiación que priorice a las personas sobre las fronteras territoriales.

En un emotivo discurso pronunciado tanto en gallego como en castellano, el delegado regional recordó a las personas impactadas por la DANA, catalogando esta crisis como "otra tragedia natural que devastó vidas y destruyó hogares". Resaltó que las imágenes desgarradoras de estos acontecimientos deben ser una llamada a la reflexión y nunca deben caer en el olvido.

Asimismo, expresó su agradecimiento hacia todos los voluntarios y profesionales de emergencias y cuerpos de seguridad que se desplazaron a las zonas afectadas, donde el barro arrasó vidas, sueños y proyectos. Santalices reconoció el "ejemplo de solidaridad y generosidad" que ha demostrado la sociedad, lo cual mantiene viva la confianza y la esperanza en un mundo que frecuentemente parece atrapado en el individualismo y la superficialidad.

El presidente del Parlamento también hizo un llamado a aquellos que ocupan cargos públicos, afirmando que "la recuperación de la normalidad y la reconstrucción" es una responsabilidad ineludible para que las víctimas puedan sentir la protección real y efectiva de las administraciones. Su mensaje resonó con fuerza, instando a que la responsabilidad social sea prioritaria en la agenda pública.

En un contexto más amplio, Santalices expresó su preocupación ante el Apóstol acerca de que estas fiestas lleguen mientras aún resuenan los ecos de las guerras que despojan familias de sus seres queridos y destruyen hogares. Lamentó que, a pesar de las súplicas por la paz, muchas personas en lugares como Ucrania y Oriente Medio se ven forzadas a huir del terror, resaltando que la paz sigue siendo una ilusión distante.

Alzando su voz en busca de "paz y más paz", Santalices hizo un llamado no solo a la paz en el mundo, sino también en los hogares, condenando la violencia de género como una de las lacras más alarmantes de nuestro tiempo. Insistió en que erradicar esta violencia es una necesidad perentoria.

Además, extendió su petición hacia la salud de todos aquellos que padecen "dolencias físicas o mentales", manifestando su apoyo no solo a los enfermos, sino también a sus familias. Santalices incluyó en sus oraciones a la comunidad gallega en el exilio, al Papa Francisco y al Rey, solicitando que continúen sus funciones con integridad y, sobre todo, que intercedan por "el bien común".

Durante su intervención, hizo hincapié en la importancia de la Catedral de Santiago como "el mejor ejemplo del trabajo colectivo". La peregrinación, destacó, ha sido un hilo conductor a lo largo de los siglos en Europa, especialmente en tiempos donde los cambios son rápidos y profundos. Santalices subrayó la responsabilidad tanto de administraciones como de ciudadanos para fortalecer las instituciones que aseguran la unidad y la igualdad entre todos los territorios.

Reivindicando la importancia del Estado del Bienestar, Santalices afirmó que el servicio público debe orientarse, ante todo, hacia la promoción del bien común. "Es fundamental construir una sociedad donde todas las personas, sin importar su lugar de residencia, tengan garantizado el acceso a servicios públicos de calidad", expresó con convicción.

Detallando su visión sobre la financiación, enfatizó que "asegurar un sistema equilibrado y no discriminatorio, que anteponga a las personas sobre las localidades, es tanto un deber legal como un compromiso moral que nos atañe a todos".

Santalices no pasó por alto las preocupaciones contemporáneas, como la necesidad urgente de garantizar el derecho a la vivienda. Hizo un llamado a "dinamizar la oferta" para facilitar el acceso, en especial para los más jóvenes, y destacó la importancia de atender a los grupos más vulnerables: las víctimas de toda forma de violencia, así como a jóvenes y ancianos. También solicitó determinación y coordinación en la lucha contra la violencia machista.

Finalmente, reflexionando sobre el progreso, Santalices subrayó el "avance exponencial de las tecnologías" en nuestra sociedad actual. Reconoció que si bien estas innovaciones abren nuevas oportunidades, también presentan desafíos que requieren respuestas audaces, especialmente considerando el impacto del uso excesivo de dispositivos en la salud mental de jóvenes y niños, las cuestiones éticas relacionadas con la inteligencia artificial y la propagación de noticias falsas en las redes sociales.