
El 13 de agosto, en Santiago de Compostela, la situación de emergencia se intensifica en la provincia de Ourense debido a los devastadores incendios forestales que han obligado a tomar medidas drásticas en varias localidades.
Los pueblos de Sandín, en el municipio de Monterrei, y O Canizo, ubicado en A Gudiña, han sido sometidos a un confinamiento preventivo. Esta decisión se ha tomado en pleno contexto de alerta, dado que la región ha alcanzado el nivel dos de riesgo por el avance de las llamas.
De acuerdo con la información proporcionada por el servicio de emergencias 112 Galicia, se ha confirmado que al menos doce residentes de Sandín han tenido que ser evacuados, mientras que el resto de la población permanece en situación de confinamiento total.
En el caso de O Canizo, la situación no es menos preocupante. Este pequeño pueblo, que alberga aproximadamente a 300 habitantes, también ha sido declarado en confinamiento, dejando a sus ciudadanos en un estado de incertidumbre y alerta.
El alcalde de A Gudiña, Néstor Ogando, ha compartido sus preocupaciones con Europa Press, mencionando que aunque el viento ha ayudado a dispersar un poco el humo, la comunidad sigue muy preocupada, ya que "el fuego se encuentra peligrosamente cerca de las viviendas".
Ogando ha señalado la escasez de recursos disponibles para combatir el incendio, que ya ha cruzado la autovía A-52. En un intento por proteger el pueblo, se están realizando zanjas alrededor de la localidad con la esperanza de contener las llamas y salvaguardar las casas.
Por otro lado, el alcalde también ha informado que en la localidad de O Tameirón, el incendio presenta una situación "medio controlada", lo que ofrece un rayo de esperanza en medio de la crisis. Sin embargo, la lucha contra las llamas continúa siendo una prioridad en toda la región.
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