En un episodio alarmante ocurrido en la comarca de Santiago de Compostela, dos taxistas han sido denunciados por la Guardia Civil tras ser sorprendidos conduciendo bajo los efectos del alcohol. Esta acción se enmarca dentro de un operativo de control de tráfico que se llevó a cabo el pasado fin de semana en la región.

Según un comunicado oficial emitido por la Guardia Civil, los infractores, a pesar de estar al volante y transportando pasajeros, rebasaron notablemente los límites permitidos de alcoholemia para conductores profesionales. En sus pruebas, se encontró que los niveles de alcohol en sangre de los taxistas estaban muy por encima de lo permitido, que es de 0,15 mg/litro.

Los agentes de tráfico de Santiago realizaron estas pruebas como parte de una serie de controles preventivos destinados a garantizar la seguridad en las carreteras de la provincia. Gracias a estas medidas, pudieron detectar las anomalías en la conducción de ambos profesionales, cuya irresponsabilidad pone en riesgo no solo su vida, sino también la de las personas que transportan.

En uno de los casos, la intervención de la Guardia Civil fue facilitada por un ciudadano que reportó la errática conducción de uno de los taxistas. Este tipo de colaboración comunitaria es esencial para mantener el orden y la seguridad vial en nuestras calles.

Como consecuencia de sus infracciones, los vehículos de los taxistas fueron inmovilizados, y los pasajeros que se encontraban a bordo tuvieron que ser trasladados a otros taxis para continuar su viaje de manera segura. Esta medida refleja la seriedad con la que se están tratando estos incidentes en el sector del transporte público.

Las sanciones impuestas a los infractores son severas, en concordancia con el régimen establecido por la Ley de Seguridad Vial, que contempla multas de hasta 1.000 euros y la pérdida de 6 puntos en su licencia de conducir. Este tipo de conductas irresponsables son inaceptables en un sector que debe ser un ejemplo de seguridad y responsabilidad.