Multitudinaria protesta en el Obradoiro contra Altri: “Imponerla es un ataque a la sociedad gallega”

Una "movilización sin precedentes" ha tenido lugar en Santiago de Compostela, donde miles de ciudadanos han alzado su voz para reclamar que la Xunta no tiene el apoyo social necesario para llevar a cabo el proyecto industrial que la empresa Altri pretende establecer en Palas de Rei, Lugo.
Según estimaciones de la Policía Local, unos 40.000 manifestantes abarrotaron la emblemática praza do Obradoiro, mientras que la organización calcula que la cifra asciende a 100.000. La multitud se reunió para "rechazar de manera firme" la propuesta de Altri, que se percibe como una amenaza para el medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales.
Bajo el poderoso lema 'A Xunta non pode calar todo un país. Altri Non', la manifestación comenzó en la Alameda compostelana alrededor de las 12 del mediodía. A una hora de iniciado el recorrido, con la praza do Obradoiro repleta, aún seguían saliendo grupos de manifestantes del parque, lo que evidencia la magnitud del evento.
La gran afluencia de participantes llevó a los organizadores a "vaciar y llenar" en múltiples ocasiones la praza durante el acto, y a leer el manifiesto en dos ocasiones. "Es una movilización histórica, comparable a la que tuvo lugar en Compostela el 1 de diciembre de 2002 en respuesta al desastre del Prestige", afirmaron con entusiasmo los organizadores del evento.
La jornada estuvo marcada por simbolismos: ataúdes, personas disfrazadas de calaveras, aves, numerosas pancartas y una impresionante tela azul de 150 metros que representaba el río Ulla, todos estos elementos formaron parte del colorido y significativo escenario de la manifestación.
Los lemas resonaron con fuerza en el aire: "A auga é nosa e non da celulosa", "Por unha terra viva, Altri Non", "Altri retrocede, o pobo non te quere" y "Galicia enteira rexeita esta pasteira", entre otros, resonaron en las voces de los indignados manifestantes.
Marta Gontá, presidenta de Ulloa Viva, enfatizó antes de que comenzara la marcha: "Nuestras hijas heredarán una ría productiva, una tierra fértil, aire y agua limpios; esto no es negociable". Su mensaje se unió al clamor popular por preservar los recursos naturales frente a la industrialización agresiva.
Por su parte, Xaquín Rubido, presidente de PDRA, afirmó que esta manifestación "marcará un antes y un después", destacando el nacimiento de un movimiento social con una fuerza comparable al histórico 'Nunca Máis'.
Gontá también exigió un diálogo directo con la Xunta, instando a que paren de desmentir y menospreciar a la población gallega. "Queremos que se reúnan con nosotros y comparen datos; basta de insultos", demandó.
Rubido subrayó que "la Xunta no cuenta con un consenso social para promover e imponer la celulosa de Altri", advirtiendo que dicha imposición sería una acción en contra de los intereses colectivos de la sociedad gallega.
Además, afirmó que "la Xunta no tiene legitimidad para modificar unilateralmente el modelo productivo del país" y dejar en desamparo a miles de familias que dependen del mar y de los sectores agroganadero y turístico.
En el corazón de la praza do Obradoiro, cuatro mujeres representantes de diferentes sectores —la mariscadora María Porto, la bateeira Marta Juncal, la bibliotecaria Teresa Batán y Ximena de Agolada— leyeron el manifiesto desde un escenario instalado frente al despacho de la Xunta en el Pazo de Raxoi.
"Un año atrás recibimos la noticia de que Altri se acercaba, como una sombra que amenaza con instalarse en nuestras tierras para explotar nuestros recursos y contaminar nuestro entorno", afirmaron con preocupación.
Destacaron que "la Xunta confiaba en tenerlo todo controlado y en haber repartido los favores económicos, mientras que los beneficiados serían solo unos pocos privilegiados". Además, mencionaron las más de 23.000 alegaciones en contra del proyecto y un informe del Consello da Cultura Galega (CCG) del pasado septiembre como evidencias del rechazo comunitario.
Los manifestantes también alertaron sobre la peligrosa contaminación que podría generar Altri: "Este contaminante afectará la calidad del agua potable para 145.000 vecinos y, en apenas 24 horas, podría llegar a la ría de Arousa", advirtieron.
“Altri representa un obstáculo para el empleo digno y atenta contra la economía sostenible de nuestros sectores productivos”, argumentaron con determinación.
El grito de 'Altri Non' resuena cada vez con más fuerza, afirmando que la legitimidad pertenece al pueblo. Después de la lectura del manifiesto, el Coro Encaixe y las Músicas da Ulloa ofrecieron un recital musical que también se opuso al proyecto.
Entre los asistentes a la convocatoria se encontraban varias figuras políticas destacadas, como la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón; la viceportavoz del Grupo Socialista, Lara Méndez; el secretario xeral de Sumar Galicia, Paulo Carlos López; y el diputado Manuel Lago, entre otros.
Pontón afirmó que la manifestación es "histórica", resaltando la participación de una "marea de dignidad" que envía un mensaje claro al PPdeG: "no queremos la macrocelulosa en el corazón de nuestro país".
La histórica figura del nacionalismo gallego, Xosé Manuel Beiras, calificó como "increíble" que la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) apoye un proyecto que, según él, equivale a la destrucción de la comunidad gallega.
Paulo Carlos López, por su parte, comprometió a su formación diplomáticamente, asegurando que usarán "todo su capital político, energía y fuerza" para frenar el proyecto de Altri en Palas de Rei.
“Está claro, no es factible, no es sostenible y no se traducirá en empleos de calidad. Este no es el camino para una Galicia con futuro”, enfatizó.
Lara Méndez, la viceportavoz del Grupo Socialista, añadió que su partido busca "toda la información" sobre el proyecto, dado que "los datos que se presentan no corresponden a la realidad". Criticó que inicialmente la propuesta se presentara como una fábrica textil y se haya convertido en "una celulosa".
Martiño Noriega, exalcalde de Santiago y actual portavoz de Anova, también calificó esta manifestación de "histórica" y exigió a la Xunta que escuche este clamor ciudadano, advirtiendo que ignorarlo serviría a "otros intereses, los de grandes empresas".
Finalmente, más de 40 autobuses fueron fletados por vecinos, ayuntamientos, asociaciones y colectivos que llevan meses organizando la resistencia a la implantación de la macrocelulosa en Palas de Rei, consolidando así una lucha comunitaria en defensa de la tierra y el medio ambiente.
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