24h Galicia.

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Los incendios amenazan la producción de castañas y aceitunas.

Los incendios amenazan la producción de castañas y aceitunas.

La alcaldesa de Larouco, Patricia Lamela, ha expresado su profundo pesar por los devastadores incendios que han arrasado castaños centenarios en las localidades de Seadur y Freixido.

OURENSE, 31 de agosto. Las recientes llamas no solo han azotado a Ourense, sino que también han hecho estragos en varias zonas de Lugo, amenazando con desmantelar casi todas las actividades agrícolas de la región. Con la recogida de castañas en octubre y la recolección de aceitunas en noviembre a la vuelta de la esquina, muchos agricultores sienten que es prematuro evaluar la magnitud de los daños sufridos.

Según informes de Castañas Moral, una destacada empresa del sector ubicada en O Barco de Valdeorras, el daño ha sido severo, y advierten que muchas explotaciones han perdido su producción. Esto supone un duro golpe económico, dado que los agricultores dependen de esta cosecha para cubrir los costos de las próximas temporadas.

Los productores han solicitado mayor atención hacia la industria de la castaña, advirtiendo que está en declive, especialmente porque las nuevas generaciones muestran poco interés en trabajar en este ámbito. Además, critican la inacción de las autoridades, resaltando que desde los incendios ocurridos hace tres años el monte no ha recibido la limpieza necesaria.

Por otro lado, en la parroquia de Bendollo, situada en el municipio de Quiroga (Lugo), la productora Aceites de Quiroga ha informado que han perdido 50 olivos jóvenes en el siniestro. Sin embargo, desde la empresa se muestra un cierto alivio, ya que el fuego estuvo muy cerca de las viviendas. Estiman que la pérdida de producción podría rondar los 50 litros de aceite, pero todavía esperan que, hasta la cosecha de noviembre, la situación pueda mejorar con lluvia.

Dosi Veiga, de Leiras de Progo, una iniciativa enfocada en recuperar tierras en Riós, también ha compartido su experiencia, indicando que tres de sus fincas sufrieron el impacto del fuego. Con daños que varían desde parciales a severos en algunas áreas con castaños, Veiga ha destacado que la zona que más se quemó estaba adyacente a una propiedad abandonada llena de maleza.

Las expectativas no son alentadoras para la cosecha de castañas de este año, ya que el intenso calor ha generado estrés en los árboles. Sin embargo, Veiga confía en que, siendo el castaño un árbol resiliente, los brotes volverán a aparecer el próximo año.

La alcaldesa Lamela ha señalado que más de 250 olivos de cultivo familiar fueron consumidos por las llamas en Larouco. “Esta cosecha significaba la autonomía del hogar, ya que les permitiría contar con aceite durante todo el año”, aseveró.

Los castaños del municipio también han sido víctimas del fuego, al encontrarse en la proximidad de las áreas más afectadas. En Seadur y Freixido, las llamas arrasaron prácticamente todo el terreno, con la notable excepción de las viñas, incluyendo ejemplares de castaños con más de cien años de vida.