En una jornada crucial del juicio que se desarrolla en la Audiencia Nacional, las defensas de varios acusados, entre ellos el conocido narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, alias Sito Miñanco, intentaron este martes debilitar las pruebas que los vinculan con el buque Thoran, el cual fue interceptado en 2017 con un cargamento de 3,3 toneladas de cocaína. Los abogados argumentaron que no existen comunicaciones directas entre los acusados y la embarcación, aunque el inspector que lideró la famosa 'operación Mito' afirmó que la naturaleza profesional del 'narco' le impediría establecer contacto directo con un barco que transportaba tal cantidad de droga.

El inspector de la Brigada Central de Estupefacientes (Udyco) precisó que parte de la estrategia de Sito Miñanco y su organización era evitar cualquier vínculo directo con el barco involucrado. Según su testimonio, los miembros de la organización son astutos y establecen sistemas de comunicación que les permiten mantener la distancia necesaria para evitar cualquier complicación en caso de intervención policial.

De acuerdo con la acusación, el buque en cuestión fue detenido con el significativo cargamento en octubre de 2017, y las investigaciones apuntan a que este material estaba destinado a la red de Sito Miñanco. Sin embargo, el inspector aclaró que aunque había parte de la organización que sí necesitaba comunicarse con el barco, los más cercanos al 'capo' no lo hacían, adoptando este protocolo como una medida de seguridad fundamental.

Insistiendo en su experiencia, el inspector remarcó que Sito Miñanco es una figura extremadamente cautelosa que sabe que tener contacto con un buque de tal envergadura no es una opción viable. "Eso es una norma básica suya, es normal", subrayó, añadiendo que toda comunicación identificada entre Prado Bugallo y el Thoran se limita a audios donde habla con un individuo conocido como 'Turco', quien le informó sobre el abordaje del barco.

Además, el inspector destacó que su operación avanzaba de manera independiente, sin vinculación con las acciones de otras fuerzas de seguridad que también investigaban al narcotraficante. En este sentido, reiteró que la captura del Thoran fue una sorpresa para su equipo y que no había conocimiento de que este navío estuviera bajo la investigación de otros procedimientos por parte de la Guardia Civil.

Al responder a las objeciones de las defensas, el inspector subrayó que la investigación no era una mera reanudación de intentos previos que fracasaron en Galicia. "Esta investigación comenzó bajo mi iniciativa personal, no se basa en ciencia ficción", enfatizó, sugiriendo que se trataban de investigaciones completamente distintas. Así, defendió la fortaleza de las evidencias que apoyan las acusaciones, afirmando que las grabaciones telefónicas juegan un papel central, ya que incluyen confesiones que podrían implicar a los acusados de manera directa.

Una parte significativa del juicio se centra también en el abogado Gonzalo Boye, defensor del ex president Carles Puigdemont, quien ha sido procesado por su supuesta implicación en un esquema cuyo objetivo era la recuperación de 889.620 euros que la Policía confiscó a integrantes de la organización de Sito Miñanco en el aeropuerto de Madrid-Barajas en 2017. La investigación revela que los narcotraficantes contactaron con Boye y otro abogado para crear documentos que legitimizasen el origen de los fondos.

Con esos antecedentes, Boye se enfrenta a un tribunal junto a otros dos letrados por su supuesta participación en la redacción de documentos para recuperar ese dinero. El fiscal ha solicitado casi diez años de prisión para Boye y una multa de 2,7 millones de euros por los cargos de blanqueo de capitales y falsificación de documentos oficiales.

Durante la sesión, el inspector confirmó que su equipo tuvo conocimiento de la relación de Boye con Sito Miñanco al advertir que el abogado asistiría a una reunión relacionada con la recuperación de dinero incautado. Sin embargo, tras cuestionamientos, el inspector matizó que efectivamente existió una interacción previa entre ambos en varios casos, señalando que había audios donde se discuten permisos vinculados a Sito.

Fuentes cercanas a la defensa de Boye han indicado que esta información es fundamental, ya que apuntaría a que el abogado ya estaba involucrado en otras causas relacionadas con el narcotraficante antes del episodio de la recuperación de fondos. Insisten en que Boye no participó en los encuentros mencionados por los investigadores, particularmente en aquellos donde se discutió sobre dinero.

No obstante, el inspector dejó claro que existe evidencia de una conversación donde otro encausado, Pedro González Rubio, menciona a Boye junto a la hija de Prado Bugallo en relación a una reunión específica. "Hay un audio claro donde Adriana explica que estos individuos intentarán recuperar el dinero. La declaración indica que el efectivo incautado no era de González Rubio, sino que pertenecía a la organización de Miñanco", añadió el inspector.

El día cerró con la segunda sesión de testificales, donde otro inspector resaltó que al inicio de la investigación contra Sito Miñanco se adoptaron medidas cautelosas. "Debemos ser muy cuidadosos en nuestras operaciones porque la organización criminal tenía 'tentáculos' en todas partes", expresó, refiriéndose a las precauciones que tuvieron que adoptar durante el proceso de vigilancia.

Tras definir la delicadeza de cada movimiento, el inspector también abordó una interceptación de Sito Miñanco en la que se refería a un posible pago relacionado con la droga en términos que podrían indicar la utilización del argot del narcotráfico. Aclaró que frases como "Para pagar parte del coche por delante" son indicativas y no necesariamente apuntan a un pago literal de un vehículo, sino a transacciones de sustancia estupefaciente en diferentes escalas dentro del negocio del narcotráfico.