24h Galicia.

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Instructor considera "inconcebible" que el acusado de asesinato no se encontrara con la víctima al regresar a casa en Vigo.

Instructor considera

La versión proporcionada por el acusado acerca de la presencia de sangre de la víctima en su ropa ha sido tildada de "incoherente" por parte de los investigadores del caso.

En un juicio celebrado recientemente en la ciudad de Vigo, el agente encargado de la investigación expresó su incredulidad ante la alegación del procesado de haber llegado a la casa tras el ataque, asegurando que es "imposible" que no se hubiera cruzado con la víctima, quien había recorrido el mismo trayecto, gravemente herido, poco después de los hechos.

Durante su declaración en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, el policía indicó que el acusado manifestó haber llegado después al domicilio y encontró a otro ocupante en el exterior a quien le preguntó por el estado del fallecido.

Sin embargo, el oficial argumentó que la probabilidad de que el acusador no se encontrara con la víctima en su camino era extremadamente baja. "Para mí es imposible", enfatizó el policía, apoyado en las evidencias grabadas por cámaras de seguridad de la zona.

Las cámaras registraron al acusado subiendo por la calle Coruña a las 03:16 horas en dirección a la vivienda, mientras que a las 03:24 horas, la víctima fue vista caminando, ya herida, a tan solo 50 metros del lugar donde más tarde se confirmaría su deceso.

A partir de esto, el agente deduce que si el procesado hubiera llegado después de la agresión, ambos se habrían tenido que cruzar en el camino.

En su testimonio, el policía también mencionó que el acusado tenía manchas de sangre en manos y ropa. Cuando se le inquiri acerca de su origen, él menciona que pertenecía a su compañero fallecido, argumentando que durante su regreso de una fiesta en Bouzas, hubo una discusión y la víctima se cayó, hiriéndose con un cristal. Según él, al ayudarle, se manchó de sangre.

Sin embargo, la investigación en la zona donde supuestamente ocurrió el incidente no arrojó ningún rastro de cristales ni del botellín mencionado. Asimismo, el cadáver no mostraba heridas en las manos, un aspecto que, según otros agentes testimoniales, refuerza la falta de credibilidad en el relato del acusado.

Los agentes también repudiaron la versión del tercer ocupante del edificio, quien no tenía ninguna mancha de sangre y relató haber escuchado una discusión mientras dormía, diciendo que una voz exclamó: "Me has clavado". Este testigo salió de la vivienda y se encontró con el acusado, pero no vio a la víctima en ese momento.

Este mismo tercero se sumó al procesado en la búsqueda de la víctima, un acto que, según señalaron las grabaciones de seguridad, fue corroborado por los agentes presentes.

El testimonio del hombre sobre lo que había ocurrido fue esporádico y dejó entrever que habían apuñalado a su compañero, señalando que lo buscaban cuando, poco después, apareció el cadáver a escasos metros. En un posterior registro del lugar, este ocupante observó que había desaparecido un cuchillo que se había utilizado para cocinar anteriormente, el cual fue hallado posteriormente en una zona cercana, completamente ensangrentado.

El juicio, que se extenderá a lo largo de la semana, tiene su origen en el Juzgado de Instrucción número 4 de la ciudad, donde el Ministerio Público ha acusado al procesado de asesinato con alevosía, tras presuntamente apuñalar a la víctima.

La Fiscalía sostiene que los hechos ocurrieron en la madrugada del 17 de julio de 2023, cuando tanto el acusado como el fallecido regresaban caminando desde unas festividades en Bouzas a la vivienda que ambos ocupaban. Según la acusación, después de una discusión, se separaron por un momento.

Aproximadamente a las 03:20 horas, se encontraron frente a la casa, momento en que, armándose con un cuchillo de más de 28 centímetros que habría tomado de la vivienda, el acusado atacó a la víctima en varias ocasiones, ocasionándole heridas en la espalda, el tórax, el pecho y el brazo.

La Fiscalía argumenta que el acusado actuó con el propósito de acabar con la vida de la víctima, quien, debido a su estado de embriaguez y a la naturaleza sorpresiva del ataque, no tuvo oportunidad de defenderse.

Tras el apuñalamiento, la víctima logró avanzar unos 200 metros hasta la calle Coruña, donde finalmente falleció a causa de un shock hipovolémico provocado por las heridas, siendo la última de estas mortal e incompatible con la vida, al penetrar en su cavidad torácica y afectar su corazón. La Fiscalía ha solicitado una pena de 20 años de prisión para el acusado, así como una indemnización de 60.000 euros a la madre de la víctima.