24h Galicia.

24h Galicia.

Galicia permite el monitoreo del lobo en situaciones de daño, pero prohíbe su caza en general.

Galicia permite el monitoreo del lobo en situaciones de daño, pero prohíbe su caza en general.

La Xunta de Galicia ha dado un paso significativo al implementar una nueva resolución que permite regular la población de lobos en la región, buscando un delicado equilibrio entre la conservación de esta emblemática especie y la defensa de la actividad ganadera.

OURENSE, 11 de abril.

La Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático ha publicado recientemente una normativa que, bajo condiciones específicas, permitirá controlar la población de lobos en situaciones donde se reporten daños a la ganadería. Aunque la caza del lobo continúa prohibida en general, la nueva regulación autoriza prácticas controladas como esperas, batidas y monterías en circunstancias particulares.

La conselleira Ángeles Vázquez justificó esta medida durante una rueda de prensa, citando el notable aumento de la población de lobos en Galicia, que ha crecido un 37% en los últimos 20 años, pasando de 68 a 93 manadas. Además, se ha observado un alarmante incremento del 308% en las denuncias por daños a la ganadería desde 2010.

Con el lobo ya fuera de la lista de especies en peligro de extinción, Vázquez manifestó que se readapta su estatus a especie cinegética, similar a lo que era antes de 2021, subrayando que es crucial mantener su población mientras se protege a los ganaderos y a otras especies en la región.

La resolución, que se dio a conocer en el Diario Oficial de Galicia (DOG), limita las acciones de caza a los meses de abril, mayo y junio, periodo en el que solo se permitirán esperas, evitando así interferencias en la época de cría de otras especies, incluyendo la del propio lobo. A diferencia de las batidas, las esperas no implican rastreo, sino que requieren que los cazadores permanezcan en puntos donde se ha constatado actividad del lobo y daños al ganado.

El objetivo, conforme a Ángeles Vázquez, radica en "mantener una población viable de lobos, así como de ganaderos y del resto de especies". La conselleira hizo hincapié en la disminución de corzos en algunas áreas y la posible extinción del caballo gallego, lo que hace indispensable proteger la ganadería extensiva.

La estrategia de gestión seguía el Plan de gestión del lobo aprobado en 2008, que se aplicará en tres zonas diferenciadas: las zonas 1 y 2 estarán bajo la supervisión de las delegaciones provinciales, mientras que la zona 3 será controlada por la Dirección General de Patrimonio Natural. La normativa establece que cualquier daño deberá ser verificado por el Servicio Provincial de Patrimonio Natural y los resultados de las acciones de caza deberán reportarse en un plazo de cinco días hábiles, con posibles sanciones por incumplimiento.

La Xunta ha subrayado que esta regulación se ha desarrollado en colaboración con los comités provinciales de caza, bajo un enfoque de gestión "equilibrado, técnico y legal". Vázquez afirmó que la normativa proporciona respuesta a un problema "real y creciente" en las áreas rurales de Galicia.

A partir de la publicación de la resolución, Unións Agrarias ha solicitado de manera formal que se implementen medidas de control en el Ayuntamiento de O Pino, indicando que los ganaderos están constantemente sufriendo ataques en sus ganados, mientras que la administración permanece sin respuesta.

La organización agraria ha señalado su preocupación por cómo la inclusión previa del lobo en el Lespre dificultó cualquier acción, incluso las excepcionales estipuladas en la normativa estatal. Durante los últimos años, la organización ha pedido sin éxito la autorización para intervenciones de caza extraordinarias en áreas problemáticas como O Pino o la Mariña lucense, denunciando que la consellería optó por un enfoque burocrático más que uno efectivo.

UU.AA. está de acuerdo en que el lobo debe ser considerado una especie no cinegética en Galicia, salvo en justificados casos excepcionales de daños reiterados. Esta postura, según la organización, aseguraría una protección adecuada para el lobo, mientras se atienden las necesidades de los ganaderos.

Finalmente, la organización ha resaltado la importancia de poder actuar en situaciones donde la presencia del lobo represente un riesgo para las personas, sobre todo en áreas pobladas, donde se han Reportado ataques a ganado doméstico e incluso perros en los alrededores de las viviendas.