SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Nov.

El Servizo Galego de Saúde (Sergas) se prepara para dar un paso significativo en el ámbito de la reproducción asistida, al implementar de forma gradual un nuevo plan que busca extender el acceso a estos procedimientos para diversas personas. Con la mirada puesta en el año 2028, se prevé la inclusión de nuevos supuestos que facilitarán el acceso a tratamientos de fertilidad. Un cambio destacado es la ampliación de la edad límite para las mujeres que requieran estos tratamientos, que pasará de 40 a 41 años a partir de marzo de 2025.

Esta información fue compartida por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, junto al conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, durante una rueda de prensa que tuvo lugar tras la reunión semanal del Gobierno gallego. Ambos destacados funcionarios afirmaron que, con esta iniciativa, Galicia se posicionará como “la comunidad que ofrezca la cartera más amplia” de servicios de reproducción asistida en todo el país, lo que refleja un claro avance hacia la igualdad en el acceso a la salud reproductiva.

El plan, que contará con un presupuesto aproximado de 7,8 millones de euros, se implementará de manera progresiva hasta el año 2028. Sin embargo, ya incluye algunas medidas que se pondrán en marcha de inmediato. Entre estas iniciativas se contempla que la primera consulta para los tratamientos de fertilidad no supere los 60 días de espera, y que el plazo para realizar una fecundación in vitro se acorte a menos de seis meses.

De igual manera, se habilitará de forma rápida el acceso a un segundo tratamiento para aquellas mujeres que hayan logrado un primer embarazo mediante estas técnicas y que dispongan de óvulos congelados. Para aquellas mujeres que ya tienen hijos de manera natural, esta opción se habilitará a partir del próximo marzo, lo que representa un avance importante en la atención a la maternidad.

Además, el nuevo enfoque prioriza la inclusión, permitiendo que tanto mujeres como personas trans de entre 30 y 35 años puedan optar por la congelación de óvulos sin necesidad de haber enfrentado previamente una enfermedad que comprometa su salud reproductiva, como las enfermedades oncológicas. Este es un paso adelante hacia la desestigmatización y la normalización de la salud reproductiva en la sociedad gallega.