VIGO, 14 de agosto. La incertidumbre y la frustración han tomado las estaciones de tren de Galicia, donde numerosos viajeros se ven atrapados debido a la cancelación del servicio ferroviario, motivada por los devastadores incendios que afectan a la provincia de Ourense. “Estaremos aquí por días”, lamenta uno de los afectados mientras espera ansiosamente una actualización.

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha explicado que el resurgimiento de las llamas ha imposibilitado la reanudación de los trenes. En consecuencia, ha instado a los viajeros a mantenerse alejados de las estaciones y a consultar las informaciones oficiales de Renfe para no complicar aún más la situación.

A pesar de las recomendaciones del ministerio, un grupo de personas continúa aguardando en las estaciones gallegas desde esta mañana. En Vigo, por ejemplo, los viajeros se encuentran en una especie de espera interminable, deseando saber si podrán emprender su viaje en las próximas horas.

El personal de Renfe y Adif ha señalado que muy pocos trenes pudieron salir de la estación hacia Madrid el día anterior. Solo uno logró partir el jueves poco después de las 10:00, pero en este momento sigue detenido en Ourense. La situación ha generado un nivel de desesperanza entre los usuarios, quienes temen que su espera se prolongue.

Además, el martes se había implementado un servicio de autobús para los viajeros afectados, pero este no se repitió el miércoles y es poco probable que se active hoy, ya que la autovía también se encuentra cerrada en varios tramos debido a las llamas.

Ante esta situación caótica, muchos viajeros han decidido regresar a sus hogares y anular sus billetes. Sin embargo, para los turistas, retornar a sus lugares de origen ha sido una experiencia desafiante. “Llevamos desde la tarde esperando. La verdad, no creo que podamos salir pronto”, dice una pareja mayor que había planeado unas vacaciones en Galicia.

Peor aún se encuentra un grupo de peregrinos que, después de que se cancelara su tren a Madrid el martes, decidieron visitar Vigo, solo para enterarse que su nuevo billete también ha sido suspendido. A pesar de que algunos de ellos solicitaron transporte alternativo, Renfe no ha establecido ningún plan para ayudar a los pasajeros a regresar a casa.

La comprensión hacia la situación es evidente, aunque la frustración también lo es. “Renfe tiene sus cosas”, reconocen los viajeros, pero todos coinciden en que prefieren esperar a que la situación se normalice antes de intentar abordar un tren, pues nadie desea quedar atrapado en un vagón. Sin embargo, la sensación generalizada es que la crisis podría extenderse varios días más. “La cosa va a peor”, aseguran con preocupación.

Debido a esta situación, algunos pasajeros ya han comenzado a agruparse en pequeños equipos de cinco para considerar la opción de alquilar coches y poder retomar sus viajes, incluso si esto implica rutas alternas a través de carreteras secundarias.