
En la mañana del sábado 30 de marzo, un operativo conjunto de la Policía Local de Poio y los Guardas Rurales de la Cofradía de Pescadores de Raxó logró interceptar a un buzo que estaba infringiendo las normativas de pesca en una zona restringida.
El individuo, de 35 años y originario de Marín, había capturado varias especies marinas, incluyendo tres pulpos y tres doradas, acumulando un peso total cercano a los ocho kilos, muy por encima de los límites establecidos.
Ante esta situación, las autoridades procedieron a confiscar toda la pesca obtenida. Dada la falta de posibilidad de devolver los productos al mar, decidieron entregar la captura al comedor de San Francisco en Pontevedra, contribuyendo así a una causa solidaria.
Adicionalmente, se iniciaron dos procesos de denuncia administrativa contra el infractor, que podrían conllevar sanciones que oscilan entre 150 y 6,000 euros, que serán gestionadas por la Consellería do Mar, en un claro ejemplo de la importancia de proteger nuestros recursos marinos y garantizar una pesca sostenible.
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