
Abanca, el banco gallego, ha dado un paso significativo al ratificar su plan de acción, diseñado para brindar apoyo a comunidades afectadas por los devastadores incendios que han azotado Galicia, León y Extremadura. Este programa, que se inicia en agosto, responde a una necesidad urgente de ayuda y recuperación en las áreas damnificadas.
La entidad financiera ha establecido una línea de créditos de respaldo de 150 millones de euros y ha comprometido su esfuerzo en acelerar los procesos de indemnización de seguros y adelantar ayudas públicas. Además, ha decidido donar un millón de euros destinados a la adquisición de materiales y a la implementación de medidas de prevención.
En un comunicado oficial, Abanca ha subrayado su intención de mostrar solidaridad y apoyo tangible a quienes han sido impactados por estas tragedias, reafirmando su compromiso con las comunidades que se enfrentan a esta difícil realidad.
La reunión del Consejo de Administración, celebrada en Ourense, fue presidida por Juan Carlos Escotet, máximo dirigente del banco, y contó con la participación del consejero delegado, Francisco Botas, junto al resto de los miembros del órgano de gobierno. Ourense es la provincia más perjudicada por los incendios, lo que añade un significado especial a esta reunión.
El plan de acción, que se desarrolla en conjunto con Afundación, se centra en la recuperación económica, social y ambiental de las áreas afectadas, así como en potenciar su capacidad de respuesta ante futuros desastres naturales. Tras un proceso de escucha activa a diversas partes interesadas, incluidos administraciones públicas, asociaciones locales, empresarios, y profesionales del sector agrario, se ha creado un completo diagnóstico de la situación y un paquete de medidas a seguir.
Las acciones se enfocan en cuatro áreas prioritarias: recuperación, prevención, formación y concienciación. Para aquellas comunidades que no cuentan con una oficina física de Abanca, se ha dispuesto un servicio de oficinas móviles, asegurando que nadie quede desatendido.
La nueva línea de financiación está destinada tanto a familias como a empresas. Abanca se ha comprometido a gestionar los trámites con rapidez y flexibilidad, priorizando las necesidades más urgentes. Para las familias, estos recursos podrán utilizarse en la rehabilitación de viviendas y en la reparación de vehículos y maquinaria agrícola. Las pequeñas y medianas empresas, por su parte, tendrán acceso a financiación diversificada para reactivar sus actividades en sectores clave como el agrícola, vitivinícola y ganadero.
Asimismo, se facilitarán anticipos de indemnizaciones de seguros y otras ayudas públicas, y se ha creado un protocolo especial para agilizar estos procesos. En adición, se aplicarán tipos de interés del 0% en ayudas de la PAC, lo que permitirá una gestión más eficiente de los recursos.
La iniciativa también incluye un enfoque en Portugal, donde se han habilitado líneas de financiación específicas para apoyar a las personas afectadas. La segunda fase de este plan contempla la asignación de un millón de euros para la adquisición de tecnología de vigilancia, como drones, en coordinación con la Xunta de Galicia, con el objetivo de prevenir futuros incendios en áreas de alto riesgo.
Adicionalmente, Abanca proporcionará kits de emergencia y materiales de respuesta rápida a los ayuntamientos afectados, así como el desarrollo de acciones de voluntariado y asistencia económica a asociaciones locales. Para cerrar el círculo, se establecerá una colaboración con la Universidad Intercontinental de la Empresa (UIE) para investigar sobre la lucha contra incendios y la adecuada gestión del territorio, sentando las bases para un futuro más seguro y resiliente.
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