
El juicio sobre la tragedia del Alvia en Angrois, donde 80 personas perdieron la vida y 145 resultaron heridas, encara su recta final a partir del martes 20 de junio. Han pasado casi 10 años hasta que las víctimas y sus familiares han podido relatar los daños sufridos en sede judicial, donde buscan la reparación no solo en términos económicos, sino también con una sentencia que dictamine sobre lo sucedido.
En el banquillo de los acusados se sientan el maquinista Francisco Garzón y el ex director de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte. Los representantes legales de ambas empresas públicas y también sus respectivas aseguradoras mantienen un duro enfrentamiento en las dos vertientes del juicio. Garzón y Cortabitarte se les atribuyen 80 delitos de homicidio y 145 de lesiones por imprudencia profesional grave.
El fiscal y la plataforma de víctimas solicitan cuatro años de cárcel para cada uno, en relación con la conducción del maquinista y el análisis de riesgos al que estaba obligado el ex director de seguridad de Adif. La mayor parte de las víctimas consideran "más responsable" a Cortabitarte que a Garzón, pero solo algunas han materializado esa distinción en su escrito de acusación. La jueza está vinculada por las acusaciones.
El juicio se ha prolongado durante 10 años debido a las dilaciones indebidas, lo que podría atenuar la pena en caso de haber condena/s. También podría haber una remisión de oficio a la Fiscalía si considera que hay otra u otras personas que tienen responsabilidades penales.
El maquinista apelará a la reparación del daño con su perdón a las víctimas para reclamar su libre absolución. La sentencia estará como pronto en otoño.
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.