La Delegación del Gobierno mantiene su postura de ofrecer alternativas a todas las personas que llegan en busca de asilo, aunque la situación actual en Santiago de Compostela plantea serias preocupaciones acerca de la eficacia de estas medidas.

En una jornada marcada por la incertidumbre, se ha evidenciado que al menos una veintena de inmigrantes acogidos en el Monte do Gozo se han encontrado con la negativa a sus solicitudes de asilo, lo que los coloca en la situación de tener que abandonar el lugar que les ha ofrecido cobijo temporal.

María Rozas, concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Santiago, ha expresado su preocupación por el destino de estas personas. Lamentablemente, algunas de ellas han tenido que buscar refugio fuera del recinto y han requerido asistencia de los servicios sociales locales. “Mi deseo es que puedan regresar al Monte do Gozo y que no haya expulsiones en el futuro”, subrayó Rozas.

La concejala ha dejado claro que esta no será una situación aislada. Según informó, cada 15 días aparecen en el Boletín Oficial del Estado (BOE) denegaciones de asilo. Las primeras resoluciones que afectaron a Santiago se publicaron el 1 de noviembre, dando lugar a la expulsión de siete personas el 15 del mismo mes, a lo que se suman nuevas denegaciones que obligarán a más individuos a dejar el recinto para el 30 de noviembre.

Rozas ha destacado que el 40% de los refugiados acogidos, lo que equivale a más de 300 personas provenientes de lugares en conflicto como Mali, así como de naciones que sufren pobreza extrema como Senegal y Mauritania, se verán directamente afectados por estas decisiones.

La funcionaria también ha agradecido a organizaciones como Cáritas y Cruz Roja su colaboración en la creación de un operativo “de urgencia” para encontrar alternativas residenciales para los afectados. “Se trata de individuos que se encuentran en situaciones de abandono total, sin redes familiares o de apoyo en un país que no les brinda las herramientas necesarias para integrarse”, aseguró.

En este contexto, María Rozas ha hecho un llamado a la reflexión sobre las políticas nacionales de tratamiento a los refugiados. “No podemos enviar mensajes de solidaridad al recibir a más de 300 refugiados para, a renglón seguido, expulsar al 40% de ellos. Estas son las cifras alarmantes que hoy se registran en las instalaciones habilitadas por el Gobierno”, afirmó con firmeza.

Rozas incrimina esta situación como “inaceptable”, subrayando que expulsar a personas sin ofrecerles recursos o un mínimo de asistencia es otra forma de desampararlas. “No apoyo este tipo de políticas que ignoran los derechos de las personas migrantes”, aseveró con convicción.

La concejala de Servicios Sociales de Santiago ha instado a las administraciones a actuar con responsabilidad y ha expresado su esperanza de que la Delegación del Gobierno se comprometa de manera “firme” a encontrar soluciones para este complejo panorama.

En defensa de su gestión, la Delegación del Gobierno sigue reafirmando que se están proporcionando alternativas a todos los migrantes. Este lunes, el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, reiteró que el Ejecutivo está trabajando activamente en la búsqueda de soluciones para aquellos que han recibido una respuesta negativa inicial a sus solicitudes de protección internacional, y confirmó que continúan albergados en el Monte do Gozo.