En la mañana del 3 de agosto, la situación en el ayuntamiento de Ponteceso, en la provincia de A Coruña, se ha vuelto crítica debido a la proliferación de tres incendios forestales que han arrasado ya alrededor de 220 hectáreas de terreno. Los focos activos se localizan en las parroquias de Cospindo, Brantuas y A Graña, generando preocupación entre los residentes y las autoridades locales.

El fuego que afecta a Cospindo es el más devastador, iniciándose poco después de las 16:00 horas del sábado y extendiéndose rápidamente sobre 150 hectáreas. En respuesta, la Consellería do Medio Rural ha desplegado una importante operación de extinción, que incluye la participación de ocho agentes y un técnico, así como 11 brigadas, siete motobombas, tres palas para ayudar en el terreno, y el respaldo aéreo de cuatro helicópteros y un avión especializado en la lucha contra incendios.

El alcalde de Ponteceso, José Manuel Mato, ha informado a medios locales que el incendio en Cospindo ha llevado a la evacuación de los habitantes de la aldea de Balarés, que se encuentra próxima a la playa. La seguridad de los vecinos es una prioridad en este tipo de situaciones, y las medidas de evacuación son fundamentales para garantizar su bienestar.

Para reforzar la contención del fuego, se están llevando a cabo labores en la aldea de O Couto, donde excavadoras de la Xunta trabajan para establecer un cortafuegos que impida la propagación del incendio hacia áreas residenciales cercanas, protegiendo así a las viviendas locales. Se ha restringido el acceso por carretera a Balarés y también se ha cortado la ruta que conecta Brantuas con Malpica, buscando asegurar que los servicios de emergencia puedan operar sin interrupciones.

En el resto de los incendios, el de Brantuas comenzó a las 20:30 del mismo día, afectando a 50 hectáreas. Para su combate, han sido movilizados dos técnicos, seis agentes y un total de 13 brigadas y vehículos de apoyo. Mientras tanto, el foco de A Graña, que empezó en la madrugada del domingo, ha calcinado 20 hectáreas, con un despliegue de dos agentes y cuatro motobombas en su intervención. Las autoridades continúan concentrando esfuerzos en la extinción de estos incendios, que ponen en jaque la seguridad y el patrimonio natural de la zona.