En una decisión que ha encendido el debate político en Santiago de Compostela, la alcaldesa Goretti Sanmartín ha optado por no asistir a la ceremonia de entrega de la Medalla de Galicia a la princesa Leonor, programada para este lunes. Este acto ha suscitado críticas, con Sanmartín cuestionando el uso de la medalla como un intento de "blanquear una institución que enfrenta cuestionamientos tanto sociales como políticos".

Sanmartín, quien también ha expressado su intención de participar en el evento habitual de entrega de medallas que se celebra el 24 de julio, ha subrayado la importancia de este galardón. "Las medallas son la máxima distinción otorgada por el Gobierno gallego a quienes han demostrado méritos en beneficio de Galicia", enfatizó, añadiendo que la princesa no ha demostrado méritos que justifiquen esta distinción.

Desde el Partido Socialista, el portavoz del grupo municipal en Santiago, Gumersindo Guinarte, ha criticado la postura de la alcaldesa, sugiriendo que su comportamiento no refleja la representación de todos los ciudadanos de la ciudad. Guinarte siente que la decisión de Sanmartín es inadmisible para quien ocupa un cargo que debería unir a la comunidad.

El Partido Popular también ha manifestado su descontento con la decisión de la alcaldesa. Su líder en Compostela, Borja Verea, ha recordado a Sanmartín que su responsabilidad es gobernar para todos, sugiriendo que al actuar de esta manera se distancia de lo que realmente la ciudad necesita en su liderazgo.

Por su parte, Paula Prado, secretaria general del PPdeG, ha lanzado críticas hacia el Bloque Nacionalista Galego (BNG), demostrando su percepción de que el partido se ha radicalizado, sugiriendo que su visión no representa a la mayoría de la población gallega. Este contexto revela las tensiones que persisten en la escena política gallega, en torno a la institucionalidad y el reconocimiento de las figuras públicas.