Sanmartín defiende su labor en Raxoi, mientras el PSOE exige reflexión y diálogo, y el PP interroga sobre los avances logrados.

En el contexto político de Santiago de Compostela, la alcaldesa Goretti Sanmartín ha resaltado en el pleno extraordinario sobre el estado del municipio la labor desarrollada por su equipo desde que asumió el cargo en 2023. Esta intervención se produjo en un ambiente cargado de críticas y demandas de diálogo por parte de los socialistas y cuestionamientos del Partido Popular, que se interrogan sobre las mejoras reales en la ciudad tras una década de mandato conjunto del BNG, Compostela Aberta y PSOE.
La regidora, en su exposición inicial, optó por dejar de lado el triunfalismo para centrarse en los objetivos aún pendientes, al mismo tiempo que subrayó los logros alcanzados. Sanmartín defendió la necesidad de enfrentar reformas profundas en lugar de caer en prácticas superficiales, explicando que su administración ha elegido un enfoque que, aunque requiere tiempo y no siempre genera grandes titulares, busca cambios significativos en la estructura del municipio.
Asimismo, enfatizó la importancia de los compromisos en el ámbito social y medioambiental, destacando el impulso a la sostenibilidad, la transformación del modelo turístico y el fomento de la cultura y la memoria colectiva de la ciudad. En cuanto a la gestión interna, mencionó la creación de un comité para simplificar procedimientos administrativos, y también compartió cifras alentadoras, como la reducción en el período medio de pago a proveedores y una disminución en la deuda dejada por gestiones anteriores.
La alcaldesa también se refirió a varios proyectos en marcha, incluyendo mejoras en la infraestructura cultural y ambiental, como el programa 'Entre Sar e Sarela' y el Ecobosque de Conxo. Para el año 2025, el foco estará en temas críticos como la vivienda, la implementación de una tasa turística y nuevas iniciativas para mejorar la alimentación en los centros educativos.
En lo que respecta a la colaboración con otras instituciones, Sanmartín destacó la firma de acuerdos estratégicos con la Universidad de Santiago de Compostela y la Xunta, así como proyectos conjuntos con la Diputación, lo que refleja un enfoque proactivo hacia la colaboración interinstitucional.
María Rozas, teniente de alcaldesa, respaldó la gestión de Sanmartín, resaltando que 2024 ha sido un año centrado en lo social, con un aumento en la asistencia de servicios sociales y nuevos contratos que benefician a la comunidad. Rozas expresó su deseo de que Santiago vuelva a ser un referente en materia de derechos sociales, además de anunciar una inversión significativa para el programa de formación destinada al empleo en los próximos años.
Por su parte, Gonzalo Muíños, portavoz del PSOE, reconoció que su grupo ha mantenido un espacio para la crítica constructiva, resaltando la necesidad de dialogar y llegar a consensos. Afirmó que el grupo socialista ha trabajado para finalizar los proyectos que habían acometido anteriormente, e instó a la alcaldesa a adoptar una postura más autocrítica en la gestión del municipio.
Frente a estas intervenciones, Míriam Louzao, portavoz del BNG, defendió la labor del gobierno actual y señalando la dificultad del PP para aceptar un gobierno en minoría. Su crítica se centró en la historia pasada del PP en el gobierno local, planteando importantes interrogantes sobre la sabiduría de esos años de liderazgo. Por su parte, Borja Verea, del PP, cuestionó las mejoras en Santiago durante la última década de gobierno de la actual alianza, sugiriendo que la unión tripartita que ganó las elecciones lo hizo de forma muy ajustada.
a pesar de reconocer que le gustaría ser alcalde de Santiago, Verea afirmó que el partido que él representa es una “fuerza de cambio” y se mostró optimista respecto a que en las próximas elecciones, el PP volvería a conseguir la alcaldía. En respuesta, Sanmartín tuvo un momento de ironía, celebrando que el portavoz del PP finalmente reconociera que su partido no ganó las elecciones y subrayando que la vida del municipio continúa independientemente de quién esté en el poder.
El debate tomó un giro más personal cuando el PP pidió la eliminación de la palabra "terapia" del acta, en referencia a comentarios realizados por Rozas, lo que generó cierto malestar y fue recibido como una falta de respeto a aquellos que sufren problemas de salud mental. Al final del pleno, Louzao, del BNG, aprovechó para proponer "regalos" al grupo del PP, insistiendo en la importancia de ver la ciudad desde otras perspectivas y de canalizar de manera más positiva la frustración política.
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