En el contexto de las negociaciones sobre una posible moción de censura en Ourense, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha expresado su escepticismo en cuanto a la viabilidad de esta medida. Ha insinuado que la dirección del BNG, liderada por Ana Pontón, debería intervenir si los concejales actúan de manera independiente, advirtiendo que no es aceptable establecer "líneas rojas".

Tras el Consello de la Xunta, Rueda ha enfatizado su opinión de que lo ocurrido en la capital de As Burgas parece ser más una actuación superficial, atribuyendo esta postura tanto al PSOE como al BNG, que una verdadera intención de destituir al alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, de Democracia Ourensana.

El presidente de la Xunta ha reiterado su creencia de que aquellos que muestran interés en llegar a un acuerdo serio no comenzarían imponiendo un veto a la posibilidad de que la Alcaldía sea ocupada por un representante del PP, que fue la segunda fuerza más votada en las últimas elecciones municipales en Ourense.

Rueda ha sugerido que una solución para desbloquear la situación podría ser una intervención por parte de la dirección del Bloque a sus representantes en Ourense.