Rosa Dalama asume la alcaldía de O Irixo tras una moción de censura respaldada por PSOE y PP en solo 18 meses.

En un giro político inesperado, la socialista Rosa Dalama ha sido nombrada nueva alcaldesa del municipio ourensano de O Irixo, marcando un cambio de rumbo en la gestión local tras la moción de censura respaldada por el PSOE y el PP. Este cambio de liderazgo se produce en un contexto de tumulto político, ya que es el tercer regidor en tan solo año y medio, reflejando la inestabilidad que ha caracterizado a la política local desde el inicio del actual mandato.
La moción de censura, que finalmente prosperó en un pleno extraordinario celebrado en la mañana del 13 de enero, fue la piedra angular de esta reestructuración política. Acusaciones de un gobierno "dictatorial" fueron lanzadas contra la ahora exalcaldesa, Susana Iglesias, quien había asumido el cargo en el verano de 2023, poco después de que el PSOE apoyara su llegada al poder. En esta ocasión, la unión de los votos del PP y los socialistas, a pesar de la desautorización provincial del PSOE hacia esta alianza, fue suficiente para derrocar a la líder de Xuntos polo Irixo.
Con la elección de Rosa Dalama, O Irixo se adentra en una nueva etapa política, ya que la nueva regidora es la tercera en ocupar el cargo desde el inicio de este mandato, que comenzó con el popular Manuel Cedeira. A pesar de su reciente ascenso, Dalama ha reafirmado que, por el momento, no existe un acuerdo formal de gobierno con el PP, resaltando que se convocará un pleno de organización en el futuro para definir el rumbo del gobierno local. “Ya se irán viendo las cosas”, afirmó con cautela.
En sus primeras declaraciones como alcaldesa, Dalama se comprometió a trabajar en beneficio de los vecinos y a buscar la colaboración con otras fuerzas de la corporación. Esta estrategia de ampliar el diálogo se presenta como un camino necesario tras la ruptura del anterior gobierno de coalición con Xuntos polo Irixo, un acto que, según el PSOE, fue impulsado por el estilo autoritario de Iglesias.
El proceso que condujo a la moción de censura fue ampliamente seguido por la comunidad local, reflejando un profundo interés por la política municipal. La sesión se inició con la constitución de la mesa de edad, presidida por un concejal del PP, donde se presentó el documento que justificaba la colaboración entre los dos partidos en oposición a Iglesias, que había liderado con apenas dos ediles frente a los seis que ahora suman los socialistas y populares.
Los responsables de esta moción argumentaron que la falta de apoyo a Iglesias en el pleno, constituyendo solo dos de los nueve concejales, hacía inviable su continuidad. A esta situación se suma la situación de Juan Manuel Villanueva, quien decidió convertirse en edil no adscrito tras votar en contra de una propuesta de presupuestos, un cambio que las fuerzas opositoras consideraron fundamental para respaldar su iniciativa.
Las críticas hacia la gestión de Susana Iglesias fueron contundentes: desde el PSOE y el PP la acusan de una actitud que carecía de respeto hacia la oposición, con referidos a su comportamiento como “prepotente” y centrado en su permanencia en el cargo por encima del bienestar del municipio. La inestabilidad atribuida a su liderazgo llevó a la necesidad de una nueva dirección, ahora bajo el mandato de Rosa Dalama.
Por su parte, la exalcaldesa no se quedó callada frente a su destitución. Defendiendo su gestión y el trabajo realizado por su equipo durante su corto periodo de liderazgo, Iglesias denunció la traición de sus excompañeros y el uso de tácticas consideradas desleales por parte de PSOE y PP. Su discurso estuvo cargado de acusaciones hacia el nuevo gobierno, incluyendo menciones a investigaciones judiciales en curso que involucran a miembros del PP.
Clamando en favor de la “dignidad” de su equipo, Iglesias reiteró su compromiso con los vecinos y cerró su intervención con un llamado a la unidad. A su vez, la representante del PSOE, Rosa Fariñas, expuso su versión de los hechos, enfatizando la importancia de la colaboración y el respeto mutuo, y planteó la imposibilidad de trabajar con Iglesias por sus constantes ataques personales.
Tras una jornada llena de tensión política, la votación final favoreció a Dalama, quien ahora tiene la tarea de mostrar su capacidad de liderazgo en este nuevo escenario. En este contexto, la nueva alcaldesa reafirmó su compromiso de trabajar junto a los vecinos, manteniendo la posición de que, hasta el momento, los vínculos con el PP se limitan a la presentación de la moción de censura, dejando la puerta abierta a futuras colaboraciones en el ámbito municipal.
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