24h Galicia.

24h Galicia.

Propietario de Sargadelos critica a sindicatos y reaviva tensión con la Inspección de Trabajo.

Propietario de Sargadelos critica a sindicatos y reaviva tensión con la Inspección de Trabajo.

El director de Sargadelos, Segismundo García, ha expresado críticas hacia las organizaciones sindicales que este martes se reunieron con la Inspección de Trabajo para discutir el expediente abierto a su fábrica en Cervo (Lugo) debido a problemas de seguridad laboral. García sostiene que dichas organizaciones, CC.OO., UGT y CIG, "suplantan e interpretan" el verdadero sentir de los trabajadores de la empresa, a pesar de afirmar que el ambiente interno es armonioso.

La esencia de su argumento radica en que, aunque la fábrica no cuenta con representación sindical formal, los representantes de esos sindicatos intervinieron para asesorar a los trabajadores durante un conflicto que resultó en que la plantilla no pudiera desempeñar sus funciones durante varios días. Estos acontecimientos ocurrieron en medio de un enfrentamiento entre García y la Inspección de Trabajo.

En una nueva comunicación enviada a la Inspección de Trabajo y varios medios, García ha reabierto el debate al solicitar el cierre de la planta, alegando que se siente "incapaz de implementar toda la normativa laboral vigente". Este nuevo intento de diálogo se produce tras un periodo de tensiones con los trabajadores y las autoridades laborales.

Las últimas elecciones sindicales en Sargadelos tuvieron lugar en 2017, donde se eligieron tres delegados de un colectivo de menos de 50 trabajadores, aunque hoy en día el número de empleados supera el centenar y no hay un comité sindical en funciones. Históricamente, la empresa había contado con un comité presidido por una representante de UGT, quien fue retirada por sus compañeros durante una serie de despidos masivos y posteriormente readmitida por decisión judicial.

García, en su misiva a la Inspección de Trabajo, enfatiza que la comunicación entre su empresa y los empleados es positiva y considera innecesarias tanto las organizaciones patronales como los sindicatos. Cuestiona también por qué la Inspección se reúne con estas organizaciones, sugiriendo que podría deberse a un "corporativismo de oficio".

A pesar de sus críticas a los sindicatos, el empresario se enfrenta a las exigencias de la Inspección de Trabajo, que ha abierto un expediente que le obliga a implementar mejoras en seguridad laboral en un plazo de seis meses, aunque algunas medidas, como el uso de mascarillas, deben aplicarse de inmediato, según fuentes vinculadas a la Inspección.

Este requerimiento ha sido confirmado tras la reciente reunión entre la Inspección y los sindicatos en Lugo, en la que se resaltó que habrá flexibilidad para las obras relacionadas con el edificio, que está catalogado como bien de interés cultural. Las reformas deberán llevarse a cabo en un plazo de seis meses, a partir de la obtención de la autorización correspondiente.

La Xunta de Galicia, a través del conselleiro de Emprego, José González, ha intentado mediar en el conflicto con García, aunque los sindicatos han criticado el acuerdo alcanzado, al considerarlo "fantasmagórico" y carente de detalles concretos sobre acciones y plazos.

García, en su defensa, argumenta que si realmente hay un riesgo para la salud de los trabajadores, lo correcto sería cerrar la planta, mencionando que dos empleadas han desarrollado silicosis, lo cual desencadenó el expediente laboral. En su solicitud, aboga por el cierre como una medida que evitaría complicaciones burocráticas en caso de cesar actividades.

El empresario también hace alusión a la competencia en su carta a la Inspección, afirmando que confía en que las exigencias se apliquen de igual manera a otras empresas del sector, al sentirse en desventaja. Según sus afirmaciones, ninguna de esas empresas cumple con las condiciones de seguridad necesarias.

Después de describir cómo Sargadelos había disfrutado de un periodo de estabilidad y crecimiento, se presenta como un "adinerado patrón" que se siente obligado a someterse a una intervención quirúrgica por problemas de salud, de los cuales también culpa a la exposición al polvo de sílice, el mismo enunciado como causante de los problemas de salud de sus trabajadoras. Así, García cierra su comunicado con una reflexión sobre las adversidades que ha enfrentado en su intento de revitalizar la empresa.